Se trata de la estrecha amistad que ha crecido durante 15 años entre un tigre, un león y un oso, quienes son una familia inseparable porque han pasado toda su vida juntos; comen, juegan y duermen siempre unidos.
Se les conoce como el trío de hermanos que llegaron un día al santuario Noah’s Ark Wildlife en Georgia, Estados Unidos, en el año 2001 tras haber sido confiscados en una captura judicial antidroga, donde para ese momento, las crías eran un saco de huesos, debido a su desnutrición severa y hacinados en jaulas.
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El pequeño tigre Shere Khan solo era piel y huesos, además de estar infectado con parásitos, cuando fue rescatado.
El leoncito cuyo nombre es Leo, llegó con una herida abierta e infectada en la nariz.
Y Baloo el oso que parecía un juguete, pero maltratado, se encontraba en un estado más lamentable, con un arnés gravemente clavado en la carne, porque no se había aflojado a medida que crecía.
Ahora bien, todo eso quedó en el pasado, hoy en día, tras recibir los cuidados necesarios, los tres animales se recuperaron muy rápido, y de ahí comenzó a formarse el lazo familiar que los une por más de una década por lo que son considerados verdaderos hermanos de madres diferentes.
DesdeLaPlaza.com/ABC/WG