Cuando la británica Lucy Atiken leyó que las mujeres en promedio se ponen en el cuerpo 515 productos químicos al día decidió cambiar de hábitos de higiene capilar.
«Decidí dejar de lavarme el pelo con champú en enero de 2012 y desde entonces no lo vuelto a usar ni una sola vez», cuenta satisfecha a BBC Mundo la británica Lucy Aitken.
Los motivos para tomar la decisión fueron varios: «Quería ahorrar dinero, reducir la cantidad de químicos que utilizaba en mi cuerpo, sobre todo los carcinógenos, y simplificar mi vida».
El punto de inflexión fue un artículo que leyó en la prensa sobre un estudio. Éste concluía que las mujeres se ponen en el cuerpo 515 productos químicos al día.
«¡No me han investigado a mí!», pensó Aitken, segura de que la cosa no iba con ella. Pero leer la larga lista de componentes en la etiqueta de su champú de uso diario para pelo seco fue un baño de realidad.
«¡No reconocía la mitad!», exclama.
Además, lo del ahorro no era una razón menor. Analistas de la banca de inversión Goldman Sachs estimaron en 2014 que el desembolso global en productos de la industria del cuidado del pelo es de US$38.000 millones al año, un gasto que crece anualmente a un ritmo del 7%.
Todo eso llevó a Aitken a tomar una determinación. Y el cambio fue drástico: de usar dos o tres productos a diario para lavar, desenredar e hidratar y nutrir su cabello, pasó a utilizar sólo agua.
«Al principio fue duro«, recuerda. «Pasé por tres meses de pelo horrible, seguidos de dos meses más de pelo regular», cuenta.
«Pero ahora, para ser sincera, tengo un pelo maravilloso», dice, satisfecha de su larga cabellera pelirroja, que mantiene en forma lavándosela con agua cada una o dos semanas y aplicándose un huevo cada once días.
Además, ya no tiene el problema del olor. Ahora huele a humano, aclara.
«Pero cuando empecé no sabía de la existencia de los aceites esenciales y otros productos naturales que podía utilizar, porque lo hice todo por mi cuenta, sin nigún apoyo», reconoce.
Así que, para que los iniciados no se encuentren tan solos como ella, Aitken empezó un blog, Lulastic.co.uk.
Además, el año pasado publicó el libro Happy Hair: the definitive guide to give up shampoo (Pelo feliz: la guía definitiva para dejer el champú).
Y el movimiento No Poo (abreviatura de la voz inglesa no shampoo, no champú) gana adeptos día a día.
DesdeLaPlaza.com/BBC/AMH