“¿Es más difícil para los actores ser abiertamente gay en Hollywood?”, le preguntó una periodista de The Guardian a Matt Damon. A lo que el actor respondió “Estoy seguro”, pero continuó con una larga explicación muy criticada estos días en los medios estadounidenses.
Damon, que está estos días de promoción presentando su última película Marte (The Martian), recordó que cuando él y Ben Affleck estrenaron El indomable Will Hunting se extendieron rumores sobre que ambos eran homosexuales por haber escrito el guión juntos.
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“Nos puso en una posición extraña en la que teníamos que contestar. Y era algo muy ofensivo”, dijo en la entrevista. Y añadió. “Creo que debe de ser muy difícil para los actores decirlo públicamente. Pero en términos profesionales, creo que eres mejor actor cuanto menos sepan de ti. Punto. Y la sexualidad es una parte importante. Seas heterosexual o gay, la gente no debería saber nada de tu sexualidad porque es uno de los misterios con los que deberías poder jugar”.
Las críticas llegaron a partir de este último comentario porque lo interpretaron como que Damon animaba a sus compañeros a seguir dentro del armario y el actor se vio obligado a explicarse en el programa de Ellen DeGeneres.
Damon hacía referencia a una de las estrategias más clásicas de los buenos actores. “Nunca les dejes saber quién eres”, decía Jack Nicholson, como la mejor forma de camuflarse en un personaje. Y al pie de la letra intentan seguir el consejo los jóvenes intérpretes hoy para ser mejores, aunque en un mundo dominado por las redes sociales y la viralidad de internet resulte cada vez más complicado.
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Matt Damon, de hecho, es de los más abiertos sobre su vida privada. Casado con Luciana Damon desde hace más de una década, con cuatro hijas, habla siempre con libertad de su vida “normal”. Esa normalidad que transmite en pantalla y le permite interpretar a cualquier personaje en el cine.
“Tengo algunos amigos gays que no quieren salir públicamente porque creen que afectará a los papeles que puedan conseguir, y estoy de acuerdo, creo que hay un largo camino por recorrer”, decía Jeremy Irvine en el pasado Festival de Toronto en la presentación de Stonewall, la película de Roland Emmerich sobre el inicio del movimiento de liberación homosexual. Por otro lado, criticada por haber blanqueado la historia y no haber escogido actores gays.
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