Más allá de la clara dominación en las sociedades que ha tenido la religión católica a través de los siglos (y por los siglos de los siglos amén) nos hemos permitido, aun no sé si por comodidad o conveniencia, al disfrute de los asuetos que se generan por hechos bíblicos y no tanto por hazañas realizadas por los padres y madres de nuestra historia patria. ¿Qué hacen los practicantes de otras religiones cuando se presentan fechas como la Semana Santa o Navidad? ¿Qué hace un budista en estos días santos? Sea cual sea la religión a la que pertenezca o simplemente no tengas ninguna, igual tienes tus días libres. ¿En cuál de estos personajes te conviertes o te identificas?
El morado es the new black
Hay quienes por convicción, devoción y tradición, continúan practicando las costumbres en la Semana Mayor. Por ejemplo: visitar los 7 templos, ir a buscar las palmas para su bendición y luego decorar las puertas, no comer carne (aunque por años muchos no tenían con qué comerla), cocinar con coco y aromatizar con incienso. Pero definitivamente son más los que acostumbran a vestirse de morado para pagar las promesas hechas al Nazareno, o a los que aun sin haberle pedido nada al Santísimo, sus madres les obligaron, LITERALMENTE, a vestirse así para agradecer los favores y milagros recibidos. Entonces el desfile de atuendos en este color abunda, no necesariamente visten con la túnica, bata o manto, sino cualquier prenda, sea camisa, pantalón, mono y hasta ropa interior de tono purpúreo. La corona de espinas es opcional. No es moda, es por la procesión.
Mercaderes del templo
Si Jesucristo sacó los mercaderes del templo en aquellos tiempos, tendría que echarse una pasadita por las afueras de las iglesias en estos días. Donde te venden desde el kit completo del Nazareno: ropa morada, cordel dorado, sandalias, corona de espinas, cruz y velitas para caminar de rodillas, si así lo requiere. Pasando por las estampitas con imágenes, figuras en miniatura de los santos, medallones, medallitas, rosarios de plástico que hasta brillan en la oscuridad. Todo a precio especial y no precisamente para favorecer al prójimo. Por no hablar de cómo la venta de pescados y mariscos se dispara y apunta justo al bolsillo de los fieles que respetan el ayuno de la cuaresma.
El otro yo del Doctor Merengue.
Más allá de lo que esta caricatura representa, que se asemeja mucho a la historia del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, en estos días y quizás debido a la ingesta de pescado y mariscos, parece que las hormonas se le alborotan a unos cuantos impíos. Se desatan las pasiones y no precisamente la de Cristo, se aflojan los brasieres, se bajan las braguetas y se deja en casa la moral (hayan estado distraída o no), en cualquier escenario podrás observar lo más alejado de la pureza y decoro de los tiempos del Señor. La actividad nocturna en la Isla de Margarita, sobre todo en estos días, dejaría como niños de pecho a los pendejos de Sodoma y Gomorra. Desinhibiciones y depravaciones extremas se pueden apreciar en los distintos destinos turísticos, que van en detrimento de aquellas familias que viajan para compartir con los más pequeños y tienen que ser testigos de casos como el sucedido hace unos años en un yate anclado en Morrocoy, específicamente en Los Juanes. Sin pacaterías ni moralismos, el alcohol y otras sustancias psicotrópicas se apoderan de los que invierten su tiempo de “descanso” y abusan. La falta de sentido común y el individualismo deja saldos lamentables. Todo esto amparado y protegido de toda culpa, ya que el lunes volverán a sus vidas cotidianas de corbata y tacones, guardando la peluca de afro, trajes de baño y arrepentimientos hasta el año que viene.
Pobres mortales
Todos aquellos a los que les toca trabajar en estas vacaciones, en especial a la gran cantidad de efectivos policiales, bomberiles y brigadas vacacionales que se encargan de resguardar nuestras vidas durante esta temporada como lo hicieran El Cirineo y La Verónica y nos cuidan en el viacrucis que a veces por las colas significa regresar, no tan benditos pero sí sanos y salvos a casa.
Complejo de oso
Los que a pesar del clima, proceden a hibernar en el sofá frente al televisor, creando una suerte de cueva donde cabe únicamente comida y sueño. Ya sea viendo las mil y un temporadas de tu serie favorita, zappeando o disfrutando, por enésima vez en la vida, de la gran variedad de películas en las que jóligüd recrea (con su favorecimiento muy claro) cómo dicen ellos que sucedieron las cosas en los tiempos de Jesús. La interpretación de las santas escrituras a conveniencia.Tipo Ben Hur, cinta que hizo famoso al actor Charlton Heston, quien interpretaba a un judío que salió jodío y al final jodió a un romano. Mucho tiempo después este actor fue presidente de la NRA (Asociación Nacional del Rifle) de Estados Unidos, quizás para seguir protegiendo la 2da enmienda de la constitución de su país, que reconoce el derecho de poseer y portar armas para proteger la libertad, esa misma libertad que se ha convertido en una avalancha de “justicia divina” sobre todo y especialmente para los afroamericanos, latinos y homosexuales.
Cenicientos
También hay quienes se dedican a poner orden en el hogar, lavar la ruma de ropa sucia que quedó pendiente, arreglar el cuarto o simplemente echar una barridita y pasar coleto. Que lo inmaculado no sea sólo la concepción de María sino la casa, el carro, la cocina, amén.
DesdeLaPlaza.com/ Victoria Torres