El protocolo correspondiente del Vaticano durante la ceremonia de canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, se respetó hasta que algunos jefes de Estado y delegaciones pidieron una selfie con el Papa Francisco.
Al culminar la ceremonia, durante el saludo correspondiente alas 98 delegaciones extranjeras presentes durante la canonización, el papa Francisco fue asombrado por una serie de fotografías a petición de algunos delegados.
En poco más de dos oportunidades, representantes oficiales se acercaron al Papa para fotografiarlo, a pesar de que contaran con la participación de un fotógrafo oficial.
Después del acto, una pareja tomó la mano del Papa y la puso sobre su cabeza para ser fotografiada. Así como también fue el caso de la esposa del presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, quien fotografió a su marido, mientras este saludaba al Papa argentino.
Por su parte, Francisco no mostró incomodidad ante los acontecimientos y se notaba interesado al recibir cartas, dar consejos y conversar con los presentes.
Este tipo de fotografías existe desde hace siglos, sin embargo, con la nueva tecnología, este método se volvió común en la sociedad.
En el listado de las «11 selfies más memorables» realizada recientemente por la revista Time, se ubica la del papa Francisco con un grupo de jóvenes en el Vaticano, y la fotografía del mandatario estadounidense Barack Obama, el Primer Ministro británico David Cameron y la Primera Ministra de Dinamarca, Helle Thorning Schmidt, durante el homenaje a Nelson Mandela realizado en Sudáfrica.
Desde La Plaza/ Emol/ KH