Estas disfrutando de un día de paseo con tu familia, jugando, corriendo o haciendo un picnic en un parque; y muy cerca pasa un hombre paseando a un perro, pero notas que el animal tiene una cinta amarrada en su correa, que no es de los colores típicos que se le ponen a las mascotas para identificar el género- rosado y azul- en este caso es de color amarillo. ¿Qué es lo primero que pasa por tu mente?.
La cinta amarilla amarrada en la correa de un perro es para señalar a los padres y niños que “el can no se siente a gusto con la presencia personas ajenas a su entorno”.
No es que sean agresivos, es que algunas veces son muy nerviosos o sobreprotectores con sus amos, y cuando una persona se acerca de manera sorpresiva el animal puede sentirse agredido o creer que agredirán a su amo y reacciona en su defensa. La idea es que al ver la cinta sepas que debes tener cuidado.
Se llama, originalmente, The Yellow Dog Project (el Proyecto Perro Amarillo) y es un movimiento mundial y lo que busca es generar conciencia en las personas para que sepan que el mejor amigo del hombre necesita su espacio.
En su página web theyellowdogproject.com sus gestores señalan que fue creado para concienciar a la población en general de que los perros que necesitan espacio no son perros agresivos, generalmente son perros con problemas de miedo, sobreprotectores con sus amos, que sienten el dolor de una cirugía, o son mascotes recientemente adoptadas que aún no se adaptan a su nueva vida.
DesdeLaPlaza.com/Elatinos/COM