En el último encuentro del G7, los líderes mundiales acordaron que el calentamiento global no supere los dos grados. Para ello hay que empezar a trabajar. En Senegal las consecuencias del cambio climático son palpables.
En la zona de la ‘Petit Cote’ el mar se comió parte de la playa, afectando a diferentes barrios, hoteles e incluso cementerios.
Lea también: Conoce la isla de las muñecas
Saliou Ndoye, voluntario en el cementerio ha visto como el mar ha erosionado parte del recinto. Según él, causado por el aumento del mar y las tormentas: “Ahora sólo hay una pequeña parte del cementerio. El resto se lo ha llevado el mar. A veces los niños se bañan al lado de restos humanos. Es horrible”
Según los datos del Gobierno la erosión de la costa varía entre uno y dos centímetros cada año. En 2080 tres cuartas partes de la costa estará en riesgo por la erosión ocasionada por el nivel del mar. Por eso las autoridades del país llevan varios años intentando luchar contra esto.
Aissata Sall, supervisa el centro medioambiental de la zona. Ella acredita: “Desde 2007 hubo grandes marejadas que ocasionaron problemas en el barrio de Thiawlene, sobre todo en la zona del cementerio. El Gobierno de Senegal llevó a cabo medidas provisionales con la idea de poder obtener un mayor financiamiento en el futuro y desarrollar un proyecto mayor”
Las autoridades pusieron algunos rompeolas y sacos de arena para intentar frenar el aumento del mar y para que no se salinizasen zonas agrícolas. Además, la ‘Petit Cote’ es una zona hotelera donde van turistas de todo el mundo. Considerado uno de los centros neurálgicos de la economía del país, ahora, los que viven del turismo tienen miedo de la subida de las mareas.
Alioune Ciss, dueño de uno de los hoteles dice: “El turista que viene quiere estar en la playa. Llega aquí y no la ve, al volver a su país se queja. Por eso esto es muy malo para los hoteles. Ya no hay clientes ni nada. Ya no hablamos del futuro, está pasando ahora”.
En Saly se intentaron salvar los hoteles a pie de playa con construyendo rompeolas pero recientemente se abandonó el proyecto.
En el barrio de Thiawlene en Rufisque se construyó un dique que costó alrededor de cinco millones de euros pero aún queda mucho por hacer.
Desde la Plaza.com/Euronews/AMH