Nala es un proyecto venezolano que se ha encargado de promover la esterilización, la adopción y educar a los humanos en el trato con los animales. La iniciativa tiene además el objetivo de acabar con la eutanasia por discapacidad, en este sentido, le proporcionan a la mascota la posibilidad de caminar con sillas de rueda, entre otros equipos ortopédicos.
¿Qué harías si a tu mascota le tuvieran que amputar la patica? ¿Lo rechazas o lo cuidas? Este es el caso de Nala, una perra de raza Golden, abandonada por sus dueños en Guarenas (Edo. Miranda), cuando tenía una herida gangrenada en la pata, con poca posibilidad de vivir. Sin embargo, la mascota se quedó por semanas frente a la puerta de la que ella consideraba su hogar, mientras la enfermedad acababa con su vida.
Frente a este caso impactante y molesto para otros, los vecinos subieron imágenes de la perrita en diversas redes sociales. Es así, como la activista y creadora del proyecto, Ana González, mejor conocida como Ann, conoció a esta hermosa criatura peluda, hoy llamada “Nala, Vencedora de Adversidades”.
“Nala apenas fue el comienzo del proyecto que cada día suma más casos, cada uno con su particularidad, desde aquellos que son resultado del abandono y maltrato humano, hasta los que tienen condiciones especiales desde su nacimiento, declaró la activista de los derechos animales, Ann en entrevista concedida a Desde La Plaza.
Hoy por hoy, la golden es una embajadora que dice NO al abandono y todo fue posible gracias a “muchos amigos virtuales que aportaron medicamentos, alimento, recaudó para pagar la clínica, la transfusión, hospitalización y la amputación”, aclaró.
Después de Nala llegaron “Ruffo” un Bulldog Inglés con espina bífida de Pto. La Cruz; “Catire”, un mestizo Bípedo de Cabimas y “Black” un Pinscher inválido de Barquisimeto, ellos son el más claro ejemplo de que la raza no importa, igual son víctimas del abandono y del maltrato.
De acuerdo con González, hasta ahora ha entregado 30 sillas de ruedas para las mascotas, con el fin de garantizar una vida plena y feliz a estos seres.
Tú también puedes ayudar… ¿Cómo?
Proyecto Nala, es una sola persona y 17 perros de los cuales 6 tienen algún tipo de discapacidad y por ende siempre necesitan de una mano amiga y como dicen por ahí “no existe frontera cuando la buena voluntad está presente”.
Las sillas de ruedas para estos peluditos son construidas en forma artesanal, con tubos de metal y puntos de soldadura. Las ruedas son recicladas, que además de ayudar al planeta disminuye notoriamente los costos.
Una de las maneras de ayudar y de regalarles calidad de vida a estos perros es donando: sillas de ruedas que ya no utilice la mascota, ruedas de carritos de mercado, coches, patines y bicicletas.
Por otro lado, González señaló que “está dispuesta a enseñar a fabricar sillas de ruedas caseras para que ellos a su vez, ayuden a sus comunidades”.
“Quisiera que hacer una silla sea algo tan común, que inclusive, lo puedan enseñar en los colegios y para ello estoy dispuesta a salir de gira por todo el país con la manada y hacer talleres con todo aquel que quiera hacerlo”, agregó.
En este sentido Ann, agradeció el apoyo que ha recibo de los amigos virtuales y recientemente de la Universidad Canina de Venezuela quien les brinda un espacio en su página Web y es centro de recolección de ruedas en El Cafetal (Edo. Miranda).
Sin dejar atrás a los medios de comunicación que han servido como vitrina de este labor, señalando: “y a todos los comunicadores sociales como ustedes que nos brindan la oportunidad de llegar a las masas”, agregó.
Los invasores siempre somos los humanos
El trato que las personas dan a los animales fue criticado por la voluntaria, quien afirma que “las mascotas dejan de ser seres vivos ante los ojos de sus dueños y pasan a convertirse en mercancía para la ganancia económica”.
“Es pésimo el trato que se les da a los animales, por ejemplo, a las perras las tienen como máquinas produciendo cachorros, con el único fin de venderlos”, aseguró.
González, confesó que desde muy pequeña sus padres les enseñaron a respetar y cuidar a la naturaleza y a los animales, “siempre recuerdo las palabras de mi mamá: los invasores siempre somos los humanos que dejamos basuras en sus lugares…”
“Una vez cuando subíamos la montaña vimos una cría de culebra que estaba mal herida le habían golpeado la cabeza, le sacaron la piel y me dijo -te fijas como ella está en su hogar y vienen los humanos a maltratarla-. Fue ahí cuando comenzó todo, tenía yo 7 años”, comentó.
Recuerda cuando adquieres a una mascota, también adquieres compromiso, amor y paciencia con él. Finalmente concluyó que “las mascotas son compañeros de vida, tú eres su familia”.
Si deseas saber más sobre Proyecto Nala, puedes contactarlos a través de las redes sociales:
Instagram y Twitter como @proyectonala en Facebook: www.facebook.com/proyectonala o por e-mail: proyectonala@gmail.com
Desde La Plaza / SE