Es confuso, pero sí, cada vez añadimos más y más personajes polarizados a nuestro closet. ¿Somos culpables? No, la culpa es del “Millenialismo”. Este término le ha dado la vuelta a mi mundo los últimos meses, algunos lo llaman Generación Y o Generación del milenio, no hay fechas de cuándo, dónde o cómo comenzó, pero sí estoy seguro de que la vivimos.
¿Cómo olvidar el estilo de los 70s, 80s y 90s? Siempre está presente, en las fotos familiares, en tu infancia, en todos lados. Pero, ¿cómo recordaremos el estilo del 2010 para acá? Es difícil hallar una respuesta, porque cada uno tiene dos, tres o hasta cuatro estilos distintos conviviendo en el mismo closet. Los millenials, criados a la par de las nuevas tecnologías, tenemos acceso a tanta información que nuestra forma no verbal de expresarnos –el estilo- varía a diario. Si quieres, hoy puedes ser el centro de atracción y mañana pasar bajo la mesa, porque eres como quieres y nadie dirá nada al respecto.
Si lo pensamos bien, en los últimos 10 años hemos evolucionado a la par de la tecnología, incluso más que todo el siglo XX junto. A eso, añádele el acceso a internet que diversificó los referentes estéticos sin control.
“Sí, pero, ¿qué tienen que ver Jobs y West con nuestra manera de vestir?”. Viajemos a 2004, el primero de ellos abrió un mundo de posibilidades con la pantalla táctil –gracias señor por mentes tan brillantes- que daría como resultado el primer iPhone. El segundo, comenzó su carrera al estrellato con su primer disco. Ambos, sin ponerse de acuerdo, se convirtieron en líderes de opinión. A estas alturas, todos queremos saber cómo se verá el próximo teléfono de Apple y la nueva colección/canción de Kanye.
De esta forma, encontramos cortes deportivos-elegantes en marcas como Givenchy y Alexander Wang, porque no hay una sola tendencia, hay muchísimas.
La respuesta a nuestra “pregunta estrella” se remonta a principios de siglo con los influenciadores más grandes: los cantantes. ¿Qué chica no quería verse como una Spice Girl o una Destiny Child? Y, ¿qué chico no quería conquistar tanto como los Backstreet Boys o N*Sync? Estas boy-girl bands redefinieron el estilo por completo. Los Beatles impusieron uno propio, todos iguales, elegantes y soñados para la época, pero con los nuevos artistas era normal ver a 4 o 5 personas, cantando en un mismo escenario vestidos de manera distinta, pues conservaban su personalidad. De nuevo, una señal de que las cosas estaban cambiando. Un día podías ser el componente principal, otro el secundario y no importaba.
Los millenials estamos disfrutando del “Chaos Magic”, basado en la regla: “si te gusta, te lo pones”. Puedes vestir prendas actuales y combinarlas con algunas del baúl de los recuerdos y se verá genial. No tenemos una estética definida, solo vestimos como nos sentimos. Las tendencias preestablecidas y “la norma” quedó en el pasado, es momento del “se vale todo” en la moda.
Por eso, hoy me sentí cómodo siendo Steve Jobs y mañana me sentiré al estilo Kanye West. ¿Quién sabe de qué personaje me vestiré pasado mañana?
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DesdeLaPlaza.com /Samuel González