Adele se convirtió en signo de admiración tras llevar a su hijo vestido de princesa durante su visita por Diney World, demostrando que le brinda una educación basada en la pluralidad y sin estereotipos sobre la orientación sexual de las personas, pues cada uno es libre de vestirse o mostrarse como se sienta más cómodo y feliz.
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Antes de su participación en los Grammys, la cantante británica visitó Disney World junto a su hijo Angelo, a quien lo vistió con el disfraz de su personaje favorito: la princesa Anna, de la película Frozen.
“No puedo esperar para ver quién será su mejor amigo, quién será su novia, o su novio, o qué películas le gustarán… lo que sea que mi hijo quiera ser o hacer, siempre lo apoyaré, sin importar qué”, dijo la intérprete en una entrevista para la revista Time.
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