La poesía es uno de los géneros literarios de mayor misterio. Difícil de encasillar e incluso a veces se convierte en palabras que producen reacciones profundas más allá del raciocinio. En Venezuela tenemos poetas de muy alta talla, tanto hombres como mujeres sin limitaciones de tiempos históricos. Y nuestra actualidad no es la excepción.
Hay poemas difíciles, a esos que cuesta entrarle. Pero también están los refrescantes, que apenas con la primera lectura se convierten en brisa y nos empujan por el mundo de las imágenes. Bien, así es un poemario en cuatro cuadrantes del joven Dannybal Reyes, un militante de la palabra, que vuelve a sorprenderme. Hoy lo hace con su libro Esta ciudad es una tumba para los relámpagos, donde nos abre una puerta con 60 poemas llamados postales.
Disfruto la crueldad de los centros comerciales
le temo poco o menos a los aires artificiales
las marcas de zapatos y los parques infantiles
son refugios contra el sol
este mundo está forrado de techos
encuentro en él un muelle para los eclipses
los falsos hilos de los fantasmas
puerto de callejones alumbrados
donde de nada vale contar las manos de los pobres.
Que la poesía nos lleve de la sensación al sentimiento y del sentimiento al análisis se convierte en una especie de misión cumplida. Dannybal puede tener la certeza de que la próxima vez que me toque visitar, casi a rastras, uno de esos inhumanos centros comerciales, pensaré en sus palabras que hoy me obligan a determe para escribir esta nota.
Porque estaba yo
en una habitación donde la mugre
tenía urgencia por comerme los ojos
y nada era más salvaje
que la asfixia
de conocerme a mí mismo.
Ese mirarse en el espejo de nuestro entorno, de nuestro lugar en el mundo, de nuestra incidencia en el resto es otro temazo que a veces, por comodidad, dejamos de lado. Pero llega la pluma poética de Dannybal y vuelve a golpearme. Conocerme y la afixia. Cuánta verdad en pocas líneas.
Y luego de la asfixia, el amor como refugio:
Otra vez ocultándome en tus cabellos
mientras la lluvia cae
abrigo de cegueras
implacable contra el paso de la gente.
A Dannybal Reyes no sólo lo encuentran en la poesía, o en las compilaciones de literatura venezolana que él mismo edita. También pueden conseguirlo en la Escuela Literaria del Sur, trinchera desde la que nuevas voces encuentran su propio lugar en este universo infinito de la palabra
No lo pierdan de vista.
Gipsy Gastello
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