Los adolescentes que aprenden música muestran un vocabulario más amplio

Un nuevo estudio demuestra que los adolescentes que aprenden a tocar un instrumento se convierten en mejores lectores. Para llegar a estos resultados, los neurocientíficos compararon dos grupos de estudiantes de secundaria a lo largo de tres años. Los participantes del primer grupo estaban aprendiendo a tocar su primer instrumento en clase de música; los del segundo concentraban sus esfuerzos en mejorar su aptitud física en el entrenamiento del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Juvenil.

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Transcurrido el período de observación, los investigadores comprobaron que aquellos estudiantes que habían estado todo ese tiempo tocando instrumentos eran mejores en la detección de los sonidos del habla, como sílabas y palabras que riman, que los del grupo de entrenamiento físico, según se informó en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Los expertos son conscientes de que a medida que los niños crecen, su capacidad para absorber nueva información, especialmente el lenguaje, empieza a disminuir considerablemente. Pero estos hallazgos, a su juicio, sugieren que formarse en música y tocar instrumentos podría mantener esa ventana abierta durante más tiempo.

Este estudio no es, ni mucho menos, el primero en evidenciar alguna ventaja de estar conectado íntimamente con la música. Una investigación liderada por el suizo Lutz Jäncke, profesor del Instituto Tecnológico de Zúrich (Suiza), ha puesto de manifiesto que la música también mejora la memoria, la conducta, o la inteligencia espacial. Esta última muy importante, ya que ayuda, entre otras cosas, a percibir el mundo de forma más detallada y solucionar problemas matemáticos complejos con mayor facilidad.

Asimismo, otros estudios señalan que aquellos que aprenden a tocar instrumentos experimentan cambios en la anatomía cerebral, perceptibles a los pocos meses de comenzar su entrenamiento. “Si la música tiene una fuerte influencia en la plasticidad del cerebro, es posible que este mismo efecto pueda utilizarse para mejorar el rendimiento cognitivo”, asegura Jäncke. Por estos motivos, muchos expertos proponen aprender a tocar un instrumento como terapia neurocognitiva.

DesdeLaPlaza.com/Ciencia Explora/AMH

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