Fiestas con los amigos, encuentros con exalumnos, reuniones familiares, cenas con los compañeros de oficina… Todas estas ocasiones y eventualidades son el hábitat perfecto para la reproducción de una de las especies más terribles del mundo de los smartphones: los grupos de WhatsApp.
Nadie sabe exactamente el cómo surgen estos grupos; una noche vas a cenar con cuatro amigos y a la mañana siguiente te despiertas con 200 alertas de un grupo llamado “Fans de Churri de las Papas”.
Y es que éste es el frío y calculador modus operandi de los grupos de WhatsApp: esperar a que quedes con alguien, a que tomen algo juntos y a que el iluminado de turno sugiera que sería divertido crear un grupo para estar siempre en contacto. “Será como volver a reunir a la pandilla del colegio”, dice el incauto. Es entonces cuando el grupo de WhatsApp se introduce en tu móvil para no marcharse jamás.
Los primeros síntomas de que tu teléfono ha sido infectado aparecen instantáneamente. Éstos son un característico espiral de pitidos cada medio segundo y mensajes del calibre de “Buenos días!” “Buenos días :D” “Buenaaaas!” “xD”.
¡Pero no todo está perdido! Queremos que salgas ileso de un encontronazo con los peores grupos de WhatsApp. Si ves cualquiera de los 5 que te enumeramos ¡sal corriendo!
1. El grupo familiar
La navidad, las vacaciones de verano o los cumpleaños son los momentos favoritos en que este grupo ataca. Normalmente se genera en la sobremesa, después de una copiosa comida y responde a nombres tales como “La Familia Trapp” o “Los Pérez”. El grupo familiar acostumbra a ser grande pues dentro no sólo está papá, mamá, el hermano y los abuelos… también están los sobrinos, el gato, los suegros, el primo por parte de padre del novio de la cuñada y el vecino del quinto (¡pero es que es como de la familia!).
En el Grupo Familiar se hablan de temas existenciales como la política, la meteorología, la regularidad intestinal de los abuelos, el tupper que mamá te ha preparado para el trabajo y por supuesto “carita sonriente-florecita-corazón”. Como muchos de los integrantes del grupo familiar no están muy puestos en esto de las nuevas tecnologías, acostúmbrate a ver un eterno “escribiendo…” para luego recibir un mísero “ok”. La alternativa es ver el siempre versátil emoji del pulgar hacia arriba.
Como advertencia final debes saber que este tipo de grupo es muy activo, así que si tienes el móvil en modo vibrar que no te sorprenda verlo bailar la Macarena cada medio segundo.
2. El grupo de antiguos compañeros de clase
Éste aparece siempre después de una reunión de exalumnos en la que sin comerlo ni beberlo, terminas unido a esa gentuza de la que muy gratamente pensabas que te habías librado para siempre.
El grupo de clase es lo más parecido a subirse a una máquina del tiempo, pues en él tan sólo se habla de anécdotas de colegio que se van repitiendo una vez, y otra, y otra… siempre acompañadas de muchos “JAJAJAJA” “LOL!!!” o stickers graciosos. Otro tema muy candente en el grupo de compañeros de clase es fardar de logros inventados, enviar fotos pasadas por el Photoshop y por supuesto, una nueva repetición de las anécdotas de antes.
Es muy común que en estos grupos se generen las “reuniones fantasma”, un fenómeno que ni el mismísimo Iker Jiménez ha conseguido resolver. Estas consisten en decir intermitentemente “1 día de estos tenemos que kedar todos” (la k de kilo es fundamental) pero jamás organizar nada… afortunadamente.
3. El grupo de chicos
En él están los amigos de toda la vida y los colegas de la oficina. Aquí todo son tonterías, chistes malos, fotos de chicas ligeras de ropa y soeces de calibres similares. Al principio este grupo resulta sublime, una válvula de escape de los problemas y el trabajo, pero a la larga se vuelve en un auténtico espectáculo de monólogos sin sentido de ese amigo raro que tenías. Ya sabes, ese al que le gustaban tanto las pelis de Jim Carrey y no paraba de imitar al negro del megáfono de Loca Academia de Policía.
4. El grupo de chicas
Es muy parecido al anterior aunque cambia el contenido de los mensajes. Charlas interminables sobre el chico que le gusta a la que todavía no tiene novio o lo bueno que está el actor de la serie del momento. En los grupos de amigas se recibe diariamente un mínimo de 300 “chicas, chicas, sabes qué???” y de “chicaaasssss que tal”, todos ellos acompañados de emojis de besos, corazones y graciosos animalitos. Es también muy habitual que no te dejen dormir tranquila por su extraña necesidad de enviar mensaje de “buenos díaaas” y “buenas nocheees” cada día, todos los días, todo el año.
5. Los grupos de trabajo
Los grupos del trabajo son los más peligrosos y escalofriantes de todo WhatsApp. Estos nacen enarbolando la bandera del llamado “team building” y prometen no sólo optimizar todas las tareas de la oficina sino también mejorar la relación con esos compis con los que no te cruzas ni un triste hola. No hace falta ser muy listo para darse cuenta que si en 10 años no te hablas con alguien con quien pasas 8 horas al día, la situación no mejora al ponerte WhatsApp.
Los Grupos de Trabajo acostumbran a ser soberanamente aburridos y en ocasiones peligrosos porque en ellos se encuentra una figura que inspira terror: El Jefe. Queda por tanto totalmente prohibido reírte de su corbata, de su bigote de morsa y de cómo tiene un trozo de papel del baño pegado en el zapato desde primera hora de la mañana. Al final, sufren un proceso de mitosis generando pequeños grupillos paralelos donde terminas hablando con “los de siempre”.
¿Qué grupos de WhatsApp te dan más miedo? ¿Qué técnica utilizas para salirte de ellos sin que nadie se dé cuenta?
DesdeLaPlaza.com/Agencias/MB