Dicha es por muchas personas la frase: los niños dicen la verdad, pero a veces es mejor creer que algunas cosas son producto de su inocente imaginación.
Los niños suelen tener una imaginación infinita, y a veces suelen decir cosas que le hielan la sangre a los adultos, no sabemos si son parte de sus fantasías, son recuerdos de vidas pasadas o resultado de una mente siniestra.
A continuación te dejamos una recopilación de cosas reales que han dicho niños alrededor del mundo, prepárate para sentir los escalofríos más feos de tu vida:
“Una vez estaba durmiendo, cuando como a las 6 am me desperté y vi a mi hija de 4 años mirándome fijamente. Me vio directo a los ojos y me susurró:
‘Quiero arrancarte la piel’ “.
“Mi hija de 3 años se le quedó viendo a su hermano recién nacido y después de un rato me dijo: ‘Es un monstruo, papi, tenemos que enterrarlo”.
“Una noche estaba acostando a mi hijo de 2 años y me dijo ‘Adiós, papá’. Yo le comenté que nosotros nos decimos adiós, decimos hasta mañana, a lo que me contestó: ‘Eso ya lo sé, pero esta vez sí es adiós’. Me tuve que pasar toda la noche checando que estuviera sano y salvo en su cuarto”.
“Un día mi sobrina estaba sentada en un sillón con una mirada perdida, así que le pregunté qué en qué estaba pensando, y me dijo: ‘Estoy imaginando las olas de sangre abalanzándose sobre mí”.
“Mi hijo me dijo una vez: ‘Antes de que naciera aquí, yo tenía una hermana. Ella y mi otra mamá ya son muy viejas ahorita. A ellas no les pasó nada cuando nuestro coche se prendió en fuego… pero a mi definitivamente me sucedió algo”.
“Una noche, mi esposa y yo le estábamos enseñando a nuestra hija de 2 años y medio sobre lo importante que es limpiarse bien sus partes privadas. Ella volteó y nos dijo: ‘Nadie me hace nada ahí abajo. Una vez lo intentaron en la noche. Patearon mi puerta y yo me resistí. Esa noche morí y ahora estoy aquí’”.
“El hijo de una amiga una vez le dijo a su madre: ‘Mami, te amo tanto que quiero cortarte la cabeza para poder cargarla a todos lados y verla cuando yo quiera”.
“A veces cuando mi esposa está con nuestro hijo, él voltea y le susurra al oído: ‘Mami, te prometo que nunca voy a masticarte los huesos, te lo prometo”.
“La primera vez que mi hija estaba cargando a su hermanito, volteó y me preguntó: ¿Entonces se supone que no lo debo de arrojar al fuego?”.
“Mi hijo una vez me dijo: ‘Mi cerebro me obliga a hacer cosas que no quiero”.
Desde La Plaza / Eslamoda / JT