Las hormigas llevadas a la Estación Espacial Internacional pudieron trabajar en equipo pese a la falta de gravedad y a pesar de caerse de las paredes de sus contenedores.
La «búsqueda colectiva» se vio obstaculizada pero ocurrió de todos modos, explicaron los biólogos.
Estos insectos fueron enviados a la EEI en enero de 2014 para analizar cómo reaccionaban a las condiciones en el espacio exterior.
Los astronautas de la NASA siguieron de cerca el experimento y lo grabaron con cámaras. Por otra parte, añaden los científicos, mostraron una gran capacidad de recuperarse tras sucesivas caídas.
El objetivo del experimento consiste también en aprender de los métodos cooperativos de las hormigas y desarrollar algoritmos de búsqueda para grupos de robots.
Deborah Gordon, autora del estudio, las hormigas han demostrado sus sorprendentes habilidades colectivas en una gran variedad de ambientes en la Tierra, pero los resultados obtenidos sobre su comportamiento en las condiciones de microgravedad de la EEI son algo nuevo.
«No teníamos idea de lo que harían. No sabíamos si iban a poder investigar o no», explica Gordon, bióloga de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
A pesar de que tenían dificultades para mantener el contacto mientras se trasladaban, mostraron una «capacidad sorprendente» para volver a poner sus seis patas en el suelo.
DesdeLaPlaza.com/BBC/AMH