Hoy se celebra el Día Internacional del Reciclaje y la industria mundial tiene un largo camino por recorrer para lograr conseguir su meta de “basura cero” en los próximos años, pues se enfrentan a tres enemigos que gracias a su composición han resultado particularmente difíciles o imposibles de reciclar.
Dan igual las clases sociales, diferencias ideológicas o religión. Estos artículos los podemos ver y son utilizados por millones de personas en todo el mundo, sin saber el dolor de cabeza que le ocasionan a la industria del reciclaje. Se trata de los pañales, las bolsas de plástico y los envases de cartón en los que vienen los zumos o lácteos refrigerados.
Pañales
Los pañales son comercializados para el infante que acaba de nacer y el adulto que por razones médicas no puede contener sus necesidades fisiológicas. Pero el problema con este artículo es doble: están fabricados de muy distintos materiales y los desechos orgánicos.
La celulosa es el principal componente, pero además contiene productos derivados del petróleo altamente contaminantes como polipropileno, polietileno, elásticos, adhesivos y plásticos.
En la actualidad la industria del reciclaje está experimentando con algunas técnicas, pero de momento son tremendamente costosas.
Una manera de solucionarlo sería que los fabricantes incluyeran en el precio de venta del pañal el costo de recoger pañales usados y reciclarlos aparte. Pero siendo sinceros es poco probable que ocurra. Otra alternativa sería utilizar pañales ecológicos o de tela.
Bolsas de plástico
Son prácticas, económicas y útiles para cargar cosas. Pero son una pesadilla para las plantas de reciclaje, son tan ligeras que flotan y se aferran y envuelven en la maquinaria. Esto genera un retraso innecesario en las máquinas, que tienen que ser detenidas varias veces al día para poder retirar bolsas.
Pero no solo las bolsas de plástico generan ese problema, los embalajes de plástico son exactamente iguales.
Hay países que están prohibiendo el uso de bolsas y recomiendan el uso de bolsas de tela, que cada día son más comunes en los supermercados, que las ofertan a sus clientes asegurando que de esta manera contribuyen con el medioambiente.
Botellas de zumo refrigerado
La industria del zumo usa el típico cartón refrigerado, que incluye papel en un 74 %, 22 % de polietileno y 4% de aluminio.
Esas capas les ayudan a conservar las bebidas, pero también dificulta tremendamente su separación y reciclaje posterior.
Una alternativa para los cartones de jugo sería utilizarlos en proyectos de decoración.
Así que nuestro consejo es claro, si quieres ayudar no uses bolsas de plástico e intenta comprar los productos con menos embalaje que puedas, no consumas zumos refrigerados (extensible a otros productos) bebe zumos naturales siempre que puedas.
Los de los pañales ya es un caso más complicado, sin embargo no es un problema de difícil solución, recuerda que siempre puedes usar pañales de materiales más naturales o pañales de tela reutilizables, que de una manera u otra representan un beneficio a tu bolsillo.
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