Son niños –y niñas- casi iguales a los que juegan en nuestras plazas cada tarde, aunque su historia puertas adentro está marcada por sufrimiento.
El hogar «Don Bosco» de las Misiones Salesianas, emplazado en Togo, acoge a una serie de pequeños víctimas de maltrato por ser considerados brujos, o los responsables de todos los males que afectan al país, desde una mala cosecha hasta los problemas de empleo.
La organización, como recoge elpais.com, tiene estadísticas desoladoras. Sólo en la provincia de Kara, en el norte del país, cerca de 773 menores fueron acusados de hacer brujería en el año 2013, cifra que podría ser mayor.
Para dar cuenta de esta realidad, Misiones Salesianas publicaron un lapidario informe que busca generar un movimiento internacional que no permita dejar en la impunidad a los agresores de estos menores, misma finalidad que tiene un reciente documental publicado.
La pieza audiovisual, con el título «Yo No Soy Bruja», desnuda una realidad que preocupa en el país. Normalmente, estos pequeños acusados de brujos son de los sectores más vulnerables de la sociedad del país.
Desde La Plaza/24HorasCL/AMH