Oh señor Dios mío que todo lo puedes
y que habeis acogido en tu seno
a vuestro amado siervo José Gregorio.
Fragmento de la oración a José Gregorio Hernández
La devoción de los católicos a la fuerza milagrosa de José Gregorio Hernández es tan amplia como la cantidad de venezolanos que aseguran estar vivos gracias a la sanación del doctor con sombrero negro y bigotes.
Hoy -26 de octubre- se cumple 150 años del natalicio del Siervo de Dios, el Doctor de los pobres, El Venerable o como se le llame a José Gregorio, quién nació en 1864 en Trujillo y falleció en Caracas 1919.
Más allá que fue un estudiante sobresaliente y se graduó de bachiller en filosofía en 1884 e ingresó en la Universidad Central de Venezuela y se graduó de médico el 28 de junio de 1888.
La vida y obra del doctor se ha escrito y mostrado en obras teatrales y seriados de televisión, donde se expresa en tácina actorales el drama que viven los familiares al tener un enfermo en estado crítico y gracias a las oraciones al Siervo de Dios los pacientes son sanados.
Que por vuestra gran misericordia
le diste el poder de curar enfermos en este mundo,
Fragmento de la oración a José Gregorio Hernández
El poder de la oración
Así fue el caso de Netty Ojeda, hoy con un matrimonio estable y dos hijos, pero al tener cuatro años de edad tuvo un accidente que la dejó varios años en cama y durante esos días de reposo se infectó a tal magnitud que los cuadros de fiebre eran incontrolables.
Una tarde en el Hospital Central de Maracaibo, su mamá Carmen Ojeda que con estampilla en mano oraba a cada momento al José Gregorio, salió de la habitación pues la niña dormía por los sedantes, y al entrar consiguió a Netty muy despierta, y le dijo «mami un doctor de sombrero negro me infectó y te dejó una nota debajo de la almohada». La madre sompprendida leyó el mensaje «por favor bauticen a la niña». A las dos días Netty volvió a su casa.
Dadle señor la gracia de curarme , como médico espiritual
Fragmento de la oración a José Gregorio Hernández
Otro caso que ocurrió en el mismo hospital lo contó la joven Carolina Torres, quien acompañó a su mamá,una paciente de cáncer de pulmón. La chica recordó aquellos momentos que debió dormir en el piso del centro asistencial para cuidar de su madre. «Una madrugada escuché que mi mamita hablaba con alguien, al ver el piso observó unos zapatos negros, mientras subía la mirada observé como la figura del doctor José Gregorio Hernández tocaba a mi mamá».
Relatos como éstos abundan en todos los rincones de Venezuela. Cientos de oraciones han creado para rezar con más fuerza al milagroso. Así el Vaticano aún no lo proclame santo, José Gregorio Hernández es una de las vías para sanar a los enfermos. El Siervo de Dios es nuestro santo.
Mi alma y mi cuerpo si ha de ser para tu gloria.
Te pido esto señor dios mío
en nombre de tu amado hijo
Fragmento de la oración a José Gregorio Hernández
Desde La Plaza/RS