¿Quisieras tatuar tu brazo completo en un solo día y sin tanto dolor? Quizá dentro de poco pueda ser posible. Un grupo de estudiantes de la escuela de diseño francesa ENSCI les Ateliers, hackearon una impresora 3D de su escuela y la habilitaron para hacer tatuajes reales.
Todo surgió en el 2013, cundo la escuela les armó un taller de trabajo para que los estudiantes utilizaran recursos sonoros y visuales de dominio público y los juntaran para crear algo.
Aunque los estudiantes no tatuaron a nadie, probaron su prototipo con un brazo falso ante sus directivos y a todos les encantó. Tiempo después, decidieron seguir con el proyecto.
Uno de los retos de esta impresora 3D de tatuajes es que la aguja no lastime la piel, por lo que los estudiantes mejoraron su máquina usando un sensor háptico (funciona con el tacto). Este sensor es también usado en videojuegos para hacer la experiencia más real, la función de este componente es que la máquina sea más inteligente y tenga más idea de sobre qué está tatuando.
A pesar de ser una excelente creación y una nueva alternativa, hay quienes consideran que este proyecto podría poner en jaque la relación entre artista y lienzo, cosa que asegura que no debería.
En este sentido, Cultura Colectiva, señaló que “hoy en día no hay forma de que la máquina lea tus intenciones, así que sería muy difícil de romper dicha relación”. Sin embargo, reconocieron que el proyecto ha probado ser eficaz en cuanto al detalle geométrico.
“Lo último que un cliente quiere cuando se hace figuras geométricas es que las líneas estén chuecas. Con la máquina esto no sucedería”, confesó.
Finalmente los creadores de la máquina 3D, aseguraron que la impresora no sólo tiene funciones de tatuaje, también puede ser usada para diseño, moda, cosas electrónicas y hasta en materia biológica.
¿Será sólo un recurso al que los artistas del tatuaje puedan recurrir para mejorar piezas? O ¿La maquina desplazará al tatuador? ¡Solo el tiempo lo dirá!
DesdeLaPlaza.com/CulturaColectiva/SEB