Un equipo de científicos reveló hoy jueves la capacidad para moverse en tierra y en el agua del Spinosaurus aegyptiacus que, con una dimensión mayor que el Tyrannosaurus rex, se convierte en el primer dinosaurio acuático conocido.
El análisis digitalizado de los huesos fósiles de esta especie ha revelado una serie de «adaptaciones únicas» que le permitían desenvolverse en el entorno acuático, una característica que abre una nueva dimensión en el estudio de estos animales prehistóricos.
El descubrimiento, publicado hoy en el semanario científico Science, ocupará la portada del número de octubre de la revista National Geographic, que realizará una exposición en su sede en Washington y un documental sobre ese dinosaurio.
Los expertos concluyen que la franja pélvica y las extremidades traseras eran más pequeñas que las de aquellas especies con las que estaban emparentadas y el centro de gravedad parece haberse movido hacia atrás, para facilitar su desplazamiento en el agua.
El dinosaurio podía retraer sus carnosas fosas nasales a una posición encima de su cabeza, para facilitar la respiración cuando estaba parcialmente sumergido, y tenía unas patas planas, posiblemente palmeadas, con las que los científicos creen que se ayudaba a propulsarse en el agua.
Desde la Plaza/La Vanguardia/AMH