Un cliente del Reino Unido encontró un nuevo mensaje en una prenda de vestir de la multinacional Primark. Anteriormente, otro comprador se había topado con otro llamado de auxilio en la etiqueta de una franela, donde denunciaban las condiciones en las que trabajan.
Rebecca compró un vestido y se sorprendió cuando encontró, cosido a mano, un mensaje muy explícito: «obligados a trabajar horas agotadoras».
En unas declaraciones a medios locales de Gales, explica que «siempre escuchas historias de personas que trabajan en talleres de explotación laboral pero esto me hace sentir culpable por lo que no llevaré nunca este vestido».
La otra clienta que ha encontrado uno de estos mensajes ha sido Rebecca Jones. En la camiseta que compró la etiqueta rezaba «degradantes condiciones en un taller de explotación laboral».
Las dos chicas compraron ambas prendas en la misma tienda de Swansea y pagaron 10 libras por ellos. Ninguna de las dos sabes cómo llegaron esos mensajes a las etiquetas pero se han replanteado cómo se fabrica la ropa que llevan.
Desde La Plaza/Terra España/NCH