“De regreso a Anticitera” es el nombre de una nueva investigación marino arqueológica organizada por la Superindentencia de Antigüedades Marinas Griegas y el Instituto Oceanográfico de Masaschusetts en la zona en la que hace más de dos mil años entre el sesenta y el cincuenta antes de Cristo naufragó un barco lleno de obras de arte.
Los investigadores realizan su trabajo ayudados por una especie de traje espacial llamada Exosuit, con el que los buzos pueden descender más de 300 metros y permanecer a esa profundidad durante horas sin tener que hacer descompresión para volver a la superficie.
Permite realizar un impulso controlado por el pie de una fuerza de 1,6 caballos; cuenta también con 18 articulaciones rotatorias en brazos y piernas que brindan una libertad de movimientos imposible hasta con el más ágil de los submarinos.
“Aunque el Exosuit parece un traje espacial, uno muy complejo, en realidad es bastante sencillo”, asegura el arqueólogo Theotokis Theokulu. Ya no buceamos. Realmente conducimos un submarino que llevamos puesto”.
Esta embarcación es famosa por el conocido como “Mecanismo de Anticitera”, recuperado en 1900, actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Se creó en torno al año 100 antes de Cristo y es considerada la calculadora más antigua del mundo.
El complejo mecanismo, con unos cuarenta engranajes de ruedas dentadas, fue utilizado por los antiguos griegos para monitorizar los ciclos del sistema solar.
En el viejo barco se encontraron también algunas estatuas.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=fSm00m01mVE&w=560&h=315]Desde la Plaza/Euronews/AMH