Un estudio científico ruso ha revelado la conducta de los perros callejeros en la localidad de Moscú, que van desde sus conocimientos en el correcto uso del metro hasta sus artimañas para robar comida a los turistas incautos.
Como una adelantada capacidad de adaptación al medio y a las nuevas circunstancias, los canes de esta entidad han desarrollado la costumbre de coger el metro por las mañanas, llegar al centro de Moscú y volver a cogerlo por la noche para volver a sus hogares, ya que en el centro de la ciudad se puede obtener alimentos pero no dormir bien.
El estudio revela que los canes saben donde y cuándo subir y bajar, observando, incluso, que suelen escoger los vagones con menos gentes, algo que, según Eugene Linden, encargada de la investigación, exige razonamiento y pensamiento consciente.
En cuanto al tema de la obtención de su comida, objetivo principal de su viaje en metro, es la conducta o la habilidad que tienen para obtener comida. Los canes esperan tranquilos y echados frente a los puestos de comida y cuando un turista paga por su comida, se paran y emiten un ladrado sorpresa, lo que lleva, en la mayoría de las veces, a que el turista tire la comida.
Lo asombroso de esta práctica es que los animales saben quien se va a asustar y quien no, dejando pasar al último de largo con su comida.
Según el estudio, este tipo de adaptación y las nuevas habilidades de los perros callejeros puede considerarse un síntoma de evolución epigenética (Cambios reversibles de ADN que hacen que unos genes se expresen o no dependiendo de condiciones exteriores).
Desde La Plaza/ AnimaNaturaEspaña/ NCH