A medida que las personas envejecen, la afirmación “pues no los aparentas” después de confesar la edad suele convertirse en un halago. Desgraciadamente, el transcurso del tiempo no tiene marcha atrás, a pesar de las abundantes estrategias que los humanos han diseñado para arreglar los estragos que éste deja a su paso.
Lea también: NASA confirma que el Kepler es el planeta gemelo de la Tierra
Más allá de la atmósfera, en el espacio exterior, algunos tienen más suerte, al menos en teoría. Según la hipótesis de un equipo de astrónomos, los planetas masivos como Júpiter pueden rejuvenecer. Como si se hicieran un lifting lumínico, vuelven a brillar y parecen miles de millones de años más jóvenes.
Ahora, por primera vez, otro grupo de investigadores ha encontrado indicios que refrendan esta teoría. Como explican en su artículo, publicado en Astrophysical Journal Letters, han identificado un posible candidato a planeta “rejuvenecido” gracias a los datos del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA.
“Cuando los planetas son jóvenes expelen luz infrarroja reminiscente de su formación”, aseguró Michael Jura, uno de los autores. “Pero con el tiempo se enfrían y dejan de ser visibles; si rejuvenecen, podemos observarlos de nuevo”.
Para recuperar su lozano aspecto no tienen que pasar por el quirófano: La condición es que se sitúen cerca de un sol moribundo. Cuando las estrellas como la que nos calienta consumen todo el hidrógeno de su núcleo (envejecen) pasan al estado conocido como gigante roja: El hidrógeno que rodea al centro sufre un proceso de fusión termonuclear. Debido a este fenómeno, su radio aumenta, aunque la temperatura de su capa más externa disminuye, de ahí el color rojizo.
A medida que agotan su fuente de combustible, pierden paulatinamente gran parte de su masa hasta quedar reducidas a una enana blanca. En este proceso, liberan gran cantidad de plasma, un material que actúa como «polvo cósmico» al encontrarse con los planetas que orbitan a su alrededor.
DesdeLaPlaza.com/Ciencia Explora/AMH