Un análisis de predicciones sobre precipitación y fuerza ascensional de las nubes en 11 modelos climáticos diferentes del calentamiento global indica que el efecto combinado de diversos factores generará descargas eléctricas más frecuentes hacia el suelo.
Más relámpagos significa más daños humanos; las estimaciones de cantidad anual de personas alcanzadas en el mundo por un rayo son del orden de miles, y de tales casos una buena parte se salda con la muerte de la víctima. Pero otro efecto importante de un aumento de los relámpagos sería un mayor número de incendios forestales, dado que en bastantes naciones la mitad de ellos, y a menudo los más difíciles de combatir, son ocasionados por rayos. Por otro lado, una mayor incidencia de relámpagos acarreará probablemente una mayor producción de óxidos de nitrógeno en la atmósfera, que ejercen un fuerte control sobre la química atmosférica.
David Romps y Jacob Seeley, de la Universidad de California en Berkeley, así como David Vollaro y John Molinari, de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, ambas entidades en Estados Unidos, han obtenido para el caso de esta nación estimaciones de aumento del 50 por ciento en los relámpagos durante este siglo, como resultado de las temperaturas más altas asociadas al cambio climático.
En otras partes del mundo, los cambios en el grado de actividad eléctrica de la atmósfera serán distintos, pero, en general, la tendencia será un aumento en los relámpagos.
Desde la Plaza/NCYT/AMH