En un cerebro sano, el cambio más aparente en el comportamiento y en la conciencia se da cuando nos dormimos, en el momento que se pasa del estado de vigilia, despiertos y conscientes de lo que nos rodea, al de sueño.
Un estudio publicado en la versión impresa de Cerebral Cortex, liderado por Gustavo Deco, profesor de investigación ICREA del departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) , se pusieron de manifiesto los cambios, locales y globales que suceden en el cerebro cuando una persona cae dormida.
En el cerebro hay una región ampliamente conservada a lo largo de la evolución, el sistema activador reticular, que incluye la formación reticular y sus conexiones y que es responsable de la regulación del estado de vigilia y las oscilaciones diurnas / nocturnas.
Una disminución de la actividad del sistema activador reticular provoca el sueño de onda lenta, el cual se caracteriza por la lentitud de las ondas cerebrales. Durante la noche, el sueño de onda lenta sincronizado alterna con el sueño paradójico o desincronizado, de manera que la mayor parte del sueño es del tipo de onda lenta, con intervalos de sueño paradójico.
Deco, junto con científicos estadounidenses y suizos, ha constatado que este cambio no es repentino, sino que es más gradual de lo que se creía. Han evidenciado también que, al despertar, se registran ondas lentas a nivel local y que estas, rara vez son globales.
Desde la Plaza/SINC/AMH