El mariscal de la Corte sueca está encantado de anunciar el compromiso del príncipe Carlos Felipe y la señorita Sofia Hellqvist”. Así se anunciaba este viernes, mediante un comunicado oficial, que el príncipe Carlos Felipe de Suecia y su novia, Sofía Hellqvist, se casarán, con casi toda probabilidad, en 2015, pese a que se desconoce la fecha exacta del enlace. La pareja lleva saliendo junta desde el año 2009 y su pasado como stripper siempre ha supuesto una polémica añadida para la casa real sueca, ya que muchos ciudadanos no veían con buenos ojos la relación de un «royal» con una mujer que tuvo semejante profesión en el pasado.
Llamada la porno novia en los corrillos de la corte sueca, Sofia se hizo famosa en 1995 tras proclamarse ganadora del concurso Hotel Paradise, la versión sueca de Gran Hermano. Al salir, no dudó en posar para la revista masculina «Slitz» como Dios la trajo al mundo y en compañía de una serpiente que tapaba lo justo y necesario. Sin embargo, su faceta televisiva no ha pesado tanto dentro de la familia real sueca como su pasado como stripper y camarera de clubs nocturnos, donde conoció a Carlos Felipe.
Aún así, Sofia Hellqvist se saltó todos los protocolos y acudió al bautizo de la pequeña Estelle, hija de Victoria de Suecia y Daniel Westling, en mayo de 2012. La tradición, algo que los países escandinavos cuidan con recelo, no aprueba que amigos y parejas sin compromiso firme de boda asistan a este tipo de acto. Sin embargo, la Casa Real sueca prefirió ceder antes de que Sofía se «autoinvitara» y genera más polémica de la que generó.
Los desplantes de Magdalena de Suecia
Su intento de dulcificar su imagen colaborando con asociaciones benéficas y algunas ONG’s del país y retomando sus estudios no ha servido para granjearse la simpatía de su cuñada Magdalena de Suecia. Tanto es así, que en 2012 y durante su 30 cumpleaños, la hija pequeña de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia no invitó a Sofía Hellqvist a la celebración para evitar, sobre todo, que los testigos invitados al Palacio de Drottningholm, residencia de la Familia Real, fueran testigos de la tensa relación entre ellas.
Más cercano en el tiempo, en el mes de febrero de 2013, los desplantes de Magdalena no sólo continuaron, sino llegaron a acrecentarse. Con la fecha de la boda muy cerca, dejó en suspensión la invitación a Sofia, algo que, como era de esperar, no sentó nada bien al príncipe Carlos Felipe. “O viene Sofia o yo no soy el padrino”, fue el ultimátum que dio a su hermana. Juntos desde hace más de dos años, los rumores de que ella estaría manteniendo esta relación con el único varón de los reyes de Suecia para ganar fama, no han dinamitado su noviazgo.
Desde la Plaza/ Vanitatis/ AMH