Una estatua de unos 350 kilogramos de chocolate blanco del papa Francisco está expuesta en la localidad de Rute, en la provincia de Córdoba (sur de España), donde acapara la atención de los visitantes del tradicional belén elaborado también con ese delicioso producto.
Francisco es «un papa muy querido», subrayó el maestro chocolatero Jorge Garrido, que no sólo comparte nombre con el pontífice, sino también «la ilusión» que genera entre los visitantes de esta exposición de chocolate de Galleros Artesanos.
«Es una estatua que ilusiona», añadió Garrido quien trabaja en una empresa que lleva cerca de un siglo instalada en el municipio de Rute y que cada año dedica entre cuatro o cinco meses a elaborar un nacimiento de Jesucristo distinto de chocolate y que este año está inspirado en lugares emblemáticos de la región de Andalucía.
Según Garrido, «la perfección que tiene el rostro y la mirada» convierte la estatua del papa Francisco en una de las mejores esculturas de la empresa, y también en una de las más reconocidas de su curioso «Salón de Personalidades», que también incluye a la familia real española, entre otros.
No obstante, ninguna hace sombra a Jorge María Bergoglio, según destacó Garrido, quien dice ver «caras de satisfacción» entre las personas que pasan a ver la escultura del pontífice.
Entre los visitantes figura el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, quien viajó a Roma hace poco y habló al Papa de su estatua «más dulce» en esta localidad andaluza.
Porque si algo tiene Francisco es que no deja mensaje sin contestar, y en el caso de la invitación que recibió de Artesanos Galleros, tampoco.
El Papa «ha contestado agradeciendo que nos acordemos de él, y diciendo que le parecía una idea fantástica», explicó con orgullo Garrido.
Desde la Plaza/EFE/AMB