Cada vez que vas al baño, tu cuerpo elimina todo aquello que tu aparato digestivo no absorbió durante el proceso de digestión.
Y, escondidas dentro de los excrementos, hay suficientes partículas de metales preciosos como oro, plata y platino para justificar su extracción.
Esta al menos es la conclusión de un equipo de investigadores estadounidenses que presentó el resultado de sus estudios en la última conferencia anual de la Sociedad Estadounidense de Química.
Además de las ventajas económicas, extraer materiales valiosos de los desechos humanos ayudaría a reducir la cantidad de sustancias tóxicas en el medio ambiente, aseguran los investigadores.
Probablemente en este punto te estés preguntando cómo es que están ahí, ¿cómo es posible que las heces contengan todos estos metales valiosos?
Cada vez más, la industria utiliza metales en sus productos de uso diario: podemos encontrarlos en el champú, en detergentes e incluso en prendas de vestir, donde estas nanopartículas se emplean en ocasiones para eliminar el olor corporal.
«Los metales están en todas partes», explica Katleen Smith, coautora del estudio del Servicio Geológico Estadounidense.
«El oro que encontramos estaba en el nivel de un depósito mineral mínimo», añade.
Además de oro, las heces también contienen cantidades de los llamados minerales raros, como paladio y vanadio.
DesdeLaPlaza.com/BBC/AMH