El misterio de las 337 «ballenas sei» muertas en el sur de Chile

Más de 337 ballenas  muertas fueron halladas en la Patagonia de Chile, en el sur del país, desde junio, sin embargo pueden ser muchas más y tienen anonadados  a los científicos que las descubrieron y quienes describieron su hallazgo como una «imagen apocalíptica».

De acuerdo a las impresiones de  los científicos que viajaron a la zona, se trata del varamiento de cetáceos más grande que jamás se haya registrado. Desde el avistamiento de los primeros cuerpos, investigadores han estado estudiando las causas de este desastre.

Una de las hipótesis que se bajara es que hayan perecido por la ingesta de algas tóxicas, producto de la llamada marea roja.

Las ballenas, de la especie sei (Balaenoptera borealis), pueden llegar a medir hasta 18 metros de longitud.

Pero ¿qué pasó con los centenares de ballenas que aparecieron varadas en la región de la Patagonia, en Chile?

Eso es lo que expertos han estado intentando descifrar desde que descubrieron los cadáveres y esqueletos de los cetáceos a lo largo de la costa, en el sur del país.

La muerte masiva de cetáceos fue descubierta en junio, durante un vuelo de observación sobre los fiordos de la Patagonia.

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Los biólogos han estado recogiendo muestras de los restos desde entonces. Sin embargo, no han podido determinar la causa de la muerte masiva de estos mamíferos acuáticos.

«Imagen apocalíptica»

Las muestras iniciales de la catástrofe marina sucedieron en abril pasado, cuando un equipo expedicionario reportó unas 20 ballenas de la especie sei (Balaenoptera borealis) varadas en la región del Golfo de Penas.

Por medio de fotografías aéreas y satelitales pudieron contabilizar 337 ballenas muertas, «incluidos cadáveres y esqueletos».

«Nos pareció una imagen apocalíptica. Nunca había visto algo igual», dijo a la agencia noticiosa AFP Vreni Häussermann, directora del Centro Científico Huinay, quien participó en la expedición.

El descubrimiento sucedió en una zona de difícil acceso y Häusserman expresó que había muchas áreas a las que no pudieron llegar, así que «es probable que haya más ballenas muertas».

Un informe científico alertó de la presencia de una biotoxina en el plancton de la zona pelágica donde ocurrieron estos hechos.

La biotoxina pudo haber contaminado la cadena alimenticia de las ballenas ocasionándoles la muerte en altamar y, luego, las corrientes los arrastraron a la orilla.

Lo que sí se ha descartado es la intervención humana en el deceso de los animales debido a que el informe de Seranpesca establece que no se encontraron heridas asociadas a elementos mecánicos, como hélices, arpones, ni tampoco lesiones en el oído interior por efecto de ondas de sonar.

Tampoco la presencia de hidrocarburos u otras sustancias químicas que hubieran podido ser mortales.

Análisis

A pesar de lo «chocante» que es ver más de 300 ballenas varadas, Carolina Simon Gutstein considera que el estudio de los cadáveres presenta una oportunidad para conocer más sobre la especie.

«Hay que pensar también que se pueden estudiar y se puede conocer mejor la especie y se pueden obtener datos para su conservación, por ejemplo», afirmó la paleontóloga.

Las ballenas sei llegan a medir hasta 18 metros de largo y se cree que son las más rápidas de todas debido a la esbeltez de su cuerpo.

Nadan a una velocidad de 50 kilómetros por hora.

Lo que llama la atención sobre el número de ejemplares varadas es que normalmente no se las ve en grupos de más de cinco.

Estas impactantes imágenes muestran la suerte que sufrieron estos cetáceos.

Aquí algunas impresiones por las redes sociales

DesdeLaPlaza.com/BBC/WG

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