Según el Centro de Predicción de Clima Espacial estadounidense, dado el nivel de intensidad geomagnética esperado, estas tempestades «podrían provocar algunos problemas en las comunicaciones por radio y las señales de GPS, así como irregularidades en el voltaje de la red de distribución eléctrica en las latitudes norte de Estados Unidos», precisó Thomas Berger, director del centro.
Sin embargo, los efectos serán «manejables sin producir perturbaciones mayores en la red eléctrica», agregó el funcionario en conferencia de prensa.
Las tormentas son resultado de los eyecciones de masa coronal en la superficie del sol, la primera ocurrida la noche del lunes y la segunda, de mayor intensidad, el miércoles a las 17H45 GMT.
Estas eyecciones proyectan el plasma ionizado hacia el espacio a gran velocidad, lo que produce una interferencia con el campo magnético terrestre, provocando tormentas magnéticas.
Ambas eyecciones que -raro para su potencia- fueron muy próximas en el tiempo, sucedieron en la misma zona del sol, en el centro del disco, y las dos fueron dirigidas directamente a la Tierra, precisó Berger.
Por esta razón «no podemos excluir (la posibilidad de) una mayor intensidad de estas tormentas solares, sobre todo en las regiones polares, donde las interacciones con el campo magnético terrestre son más fuertes», agregó.
Estas dos tempestades también deberían producir auroras boreales espectaculares en el norte de Estados Unidos y en Canadá el viernes por la noche.
Desde la Plaza/AFP/AMH