Entre las muestras de dolor y pena en el monolito de homenaje a las víctimas en los Alpes, sorprende una peculiar imagen.
Una chica se coloca una peluca y un hocico de cerdo. A su lado, otro familiar se coloca una peluca morada y otro un gorro de Papa Noel. Posan para una foto y terminan brindando con una botella de whisky.
Son los familiares de las dos únicas víctimas australianas que viajaban en el Airbus A320 de Germanwings, Greig, de 29 años, y su madre, que celebraba su 68 cumpleaños viajando con su hijo por Europa. Sus seres queridos han decidido decirles adiós con la mejor de sus sonrisas.
DesdeLaPlaza.com/Tele5/MH