A pocos meses del fallecimiento del actor Roberto Gómez Bolaños, creador y protagonista de “El chavo del 8”, los conflictos entre quienes fueron parte de esa popular serie continúan hasta el día de hoy.
Rubén Aguirre, el “profesor Jirafales” en el “Chavo del ocho”, señaló en su autobiografía «Después de usted», que tiene buenos recuerdos sobre prácticamente todos los miembros de la vecindad, pero no de la actriz Florinda Meza (Doña Florinda), pues tenía «ciego» a Chespirito y no aceptaba crítica alguna hacia su esposa.
En su libro de 284 páginas, el intérprete califica a la actriz como una mujer “celosa”, la cual tenía “obnubilado” a Roberto Gómez Bolaños, quien fue su marido. Incluso destaca que no le pasaba las llamadas telefónicas.
«Creo que Roberto nunca se dio cuenta de que esta situación separaba al grupo porque estaba obnubilado”, escribe Aguirre, quien destaca que “hablar mal de ella frente a Roberto habría representado perder su amistad y perderlo todo. Ahora puedo decir que se obnubiló con ella”.
A 20 años del final del Chavo del ocho, el actor reveló que el fin de la serie se debió a que todos los comediantes estaban envejeciendo y eso se notaba, especialmente, en los que interpretaban papeles de niños.
Otra de las cosas curiosas del actor es que confiesa que antes de llegar a la vecindad del Chavo fue novillero, cronista taurino y locutor.
En la autobiografía el artista cuenta cómo un director de televisión le dijo que se veía «grotesco» con sus manos enormes y su estatura de 1,95, pero justamente fueron esas características las que lo convirtieron en un personaje inolvidable de la televisión latinoamericana.
DesdeLaPlaza.com/Infobae/SEB