Se trata del César Millán venezolano, específicamente de Guayana, pues este joven rescatista tiene a su cuidado a 21 perros en situación de calle, una historia que comenzó cuando acogió a dos indefensos de la calle.
Este muchacho se hace llamar a sí mismo como el “chico perro”, y vive en la calle desde hace doce años luego de haber estado en la cárcel.
“Yo tenía trabajo, un día llegó un malandro y me dio un tiro en la pierna, estuve 6 meses en muletas sin poder trabajar y me despidieron, estuve preso también y por cosas de la vida, decidí quedarme en la calle”.
Moreno muy rara vez es visto de día en la calle, debido a que es un peligro para los perros porque los atropellan, sin embargo “me ha tocado salir a otras horas porque los perros ya no tienen comida; antes las personas sin yo pedirles me regalaban uno o dos sacos de perrarina o iban a llevarme comida para los perros, ahorita hasta eso se ha vuelto difícil”, dijo.
“Yo no quiero barrer pisos”
“Yo estuve trabajando en una fundación en Toro Muerto y allí me querían poner a pasar coletos y a barrer, no vale, yo lo que quiero es cuidar a los perros, alimentarlos, bañarlos, peinarlos, estar pendiente de su salud, yo no limpio pisos ni en mi casa; de allí me vine con mis perros otra vez”. Comentó el “chico perro”.
Con un simple movimiento de mano y con voz de mando, la jauría de perros obedece a sus órdenes, a las personas que pasaban por allí simplemente los rodeaban y les ladraban como para cuidar a su amo.
DesdeLaPlaza.com/El Fortín de Guayana/MD