Quizá simplemente traten de evitar las bolsas de gas para sobrevivir. El componente más tóxico del gas de las alcantarillas es el sulfuro de hidrógeno (H2S), producido por la descomposición de materia orgánica en ambientes faltos de oxígeno.
Este gas es letal para los humanos en concentraciones tan pequeñas como 300 partes por millón. Y algunas personas pueden detectar su presencia por su olor a huevo podrido a concentraciones tan bajas como de cinco partes por billón.
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Para las ratas la concentración mortífera del sulfuro de hidrógeno es 1,5 veces mayor que la de los humanos, así que quizá simplemente traten de evitar las bolsas de gas para sobrevivir en las alcantarillas.
El sulfuro de hidrógeno es más pesado que el aire, así que se acumula en las zonas más bajas del sistema de alcantarillado.
DesdeLaPlaza.com/BBC/AMH