¿Por qué cuando lanzamos una piedra al agua, rebota en lugar de hundirse? ¿Cuál es el secreto para maximizar el número de rebotes?
En 2004, un equipo dirigido por Christophe Clanet, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), publicó resultados teóricos y experimentales en la revista Nature.
Como sabe cualquier aficionado a hacer rebotar piedras, la forma, la velocidad y la velocidad de giro son importantes.
Sin embargo, el equipo francés demostró que lo más importante es el ángulo que toma la piedra con respecto al agua. Si la piedra golpea el agua de forma más pronunciada, se zambulle y se hunde.
Si el ángulo es demasiado pequeño, la piedra se ralentiza, pierde energía y no puede volver a rebotar. Según los investigadores, el ángulo ideal es de 20 grados con respecto al agua.
Además, cuanto más plana sea la piedra, más fuerte se lance y más giros dé, mejor.
DesdeLaPlaza.com/Ciencia al Día/AMH