La fábrica de mosquitos instalada en Campinas, a unos 100 kms de Sao Paulo, tiene capacidad para producir 550.000 insectos por semana.
Esta no será su capacidad final, pues podrá llegar a los 10 millones de mosquitos por mes, indicó el sitio de noticias G1.
Los mosquitos, que serán soltados en la naturaleza en cantidades dos veces superiores a la de los mosquitos no modificados, atraerán a las hembras para copular pero las crías no alcanzarán la edad adulta, lo que reducirá la población de Aedes aegypti, vector de la enfermedad viral.
La tecnología fue desarrollada en 2002 en el Reino Unido y es la empresa británica Oxitec la que inauguró su planta en Campinas.
La idea de Oxitec es obtener un contrato con el gobierno para ofrecer un conjunto de servicios, entre ellos la formación de personal al combate de posibles epidemias de dengue, dijo Glenn Slade, director mundial de la firma al canal de televisión Globo.
Oxitec espera la aprobación de la Agencia de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para comercializar sus mosquitos.
Cuando Anvisa dé la luz verde, Brasil será el primer país en aprobar el uso de transgénicos Aedes aegypti para combatir el dengue, que provoca fuertes fiebres.
Las pruebas comenzaron en 2011 en Juazeiro, en Bahía (noreste), que mostró una reducción de más del 80% de la población de mosquitos silvestres.
Según Slade, una ciudad de 50.000 habitantes debe desembolsar entre 2 millones a 5 millones de reales (entre 900 millones y 2,2 millones de dólares) al año para implementar los servicios y un millón de reales (450.000 dólares) en los años siguientes para el mantenimiento de la población de insectos transgénicos.
Brasil ha sido el país más afectado por el dengue desde 2000, con siete millones de casos reportados a la fecha. En los últimos cinco años se han registrado 800 muertos producto de este mal.
Desde la Plaza/Globo News/AMH