Cuando un bachaquero suena es porque productos básicos trae. Sí, él te vende desde harina pan, desodorante, shampoo, leche en polvo, entre otros artículos que están escasos, los cuales puedes comprar a unos precios en los que uno reacciona sorprendido y dice: «Carito vale».
Un debate que hoy en Venezuela cobra más fuerza. Y es que el tema genera malestar en la población, pues gracias a esta labor que han asumido algunos «vivos», otros deben sufrir para encontrar los productos de primera necesidad, regulados por el Gobierno nacional para que sean accesibles a las personas.
La controversia se ha extendido por medidas que se han tomado en algunos estados como en Carabobo donde quienes son atrapados «bachaqueando», están prestando servicio comunitario como medida de justicia por la labor que al margen de la Ley está realizando.
Sin embargo, más que estar al margen de la Ley, es toma de conciencia por el daño que pueden hacer a toda una sociedad y al país, al asumir como un negocio la comida de cada venezolano.
Realidad que hoy vive el país, y aunque la situación agobia, la creatividad de los venezolanos no está ausente. Aquí te dejamos una descripción de lo que las personas en la calle han podido definir o identificar como «bachaqueros».
«Cada uno tiene su propio estilo» para hacer sus «fechorías», aunque todos tienen algo en común, ninguno paga local ni impuesto.
Si los quieres conocer DesdeLaPlaza.com te los presenta:
El oportunista
Estos vivarachos son los que por cosas de la vida en estos tiempos de escasez trabajan en un supermercado. Entonces cuando llega la mercancía al establecimiento, ellos aprovechan y apartan su gran botín, para luego revender los productos a sus amigos, conocidos y desconocidos necesitados.
Ahora dime tú, ¿no son unos oportunistas? Es que no tienen corazón.
«El vecinito tiene antojo»
Seguramente cuando vas circulando hacía tu hogar, nunca falta aquel vecino que se te acerca y te dice: «Mira ‘fulanito’ tengo desodorante y shampoo, ah y leche en polvo ¿oíste?». Y no es precisamente el bodeguero, sino nada menos que el vecino.
Es que en todo barrio, bloque, residencia o urbanización nunca falta un vecino que siempre tiene algo que venderte, porque vecino que crece retorcido, jamás su moral endereza. Y no te rías, que tu sabes que es verdad.
El bachaquero que «mueve una»
Sí conoces a alguien que conoce a un «chivo» (gerente, dueño o propietario) de un supermercado, y siempre te anda ofreciendo productos de primera necesidad, ¡damas y caballeros!, están en frente de un bachaquero que «mueve una», o sea el que tiene los contactos para materializar sus planes maléficos alusivos al bachaqueo.
Una peculiaridad de este tipo de bachaqueros, es que son «cara e tablas». Ellos no sienten pena alguna de decirte: «No vale, yo tengo un pana en un supermercado que me ‘cuadra los productos’ para venderlos y al final vamos miti y miti».
Los bachaqueros 2.0
«Se vende harina pan. ¿Precio? por favor preguntar por privado», así son los típicos textos que publican los bachaqueros 2.0 a través de sus cuentas de Facebook. Incluso para reforzar sus estrategias de comunity mánager, envían diariamente cadenas por WhatsApp con «novedosas» propuestas de venta.
Ellos son todos unos bachaqueros cibernéticos. Es más, deberían estudiar la posibilidad de crear una tienda virtual que se llame «Bachaqueo.com», serían unos empresarios súper exitosos. ¿Sí?… No señor.
El papá de los bachaqueros
El papá de los bachaqueros: Calificativo que se le atribuye a aquel «comerciante», que está posicionado en el mercado de bachaquear. Éste, oferta productos a sus homónimos (otros bachaqueros).
¡Chica pero tú has visto!
El que tiene pacto con la «justicia»
Sí, amigos. No es un secreto para nadie. Hay efectivos policiales que contribuyen con el impulso del bachaqueo, por lo que se encargan de cobrarles un incentivo o cuota económica a los vivarachos que ejercen estas actividades ilícitas.
Es una alianza entre bachaquero y oficial. Por ello, en el territorio nacional existen los bachaqueros que tienen pacto con la «justicia». Normalmente, estos «comerciantes» hacen su cola (a veces los policías los hacen pasar) y cuando los ves salir del supermercado casi salen con un anaquel dentro de sus bolsas.
El bachaquero «turista»
Este es el que sin tapujos se va de excursión con fines comerciales, así que cruza la frontera para comprar los productos en otras tierras, luego regresa y los vende aquí, porque así se le ve más el «queso a la tostada», es decir, obtiene más ganancias.
Para ellos, su filosofía de vida es: Bachaquea o muere en el intento.
DesdeLaPlaza.com/ Redacción: Kelvin Castillo/ Ilustraciones: Edwanyi Reyes