La mayor bendición que tiene Caracas, es sin duda alguna, el Parque Nacional Waraira Repano o como todos lo hemos conocido desde pequeños, el Ávila, un verdadero pulmón vegetal del que todos los caraqueños y habitantes de la ciudad debemos sentirnos orgullosos.
El Ávila puede ser visto desde casi toda la ciudad, ha sido usada como fuente de inspiración para componer canciones, pintar cuadros, escritos, y para usted de contar. Muchas personas suben hasta Sabas Nieves y bajan, otras sencillamente les gusta pernoctar en ella, con el equipamiento necesario. Simplemente por donde lo vea es un lugar que se debe visitar.
Un lugar para el reencuentro espiritual
Óscar Medina, periodista de 53 años, sube todos los fines de semana para hacer ejercicios, relajarse y reencontrarse espiritualmente. «Hace como un año me encontré con unos 15 monos, cerca de ‘No Te Apures’, estaba solo, pensaba que me iban a brincar encima, me siguieron pero no me hicieron nada. Nunca había visto tantos monos juntos, hasta doblaban la ramas donde estaban guindados», dijo aún sorprendido por el suceso.
«Allá arriba es una hermandad, otro mundo, si la gente supiera lo que tenemos aquí. Ojalá la gente tome esto como una vía de escape a todas las actividades de la semana», agregó.
Por su parte, Carlos Márquez, arquitecto de 63 años, se considera un avileño pues subió por primera vez al Ávila a los cuatro años junto a su madre y desde allí no ha roto la tradición. «Mis tíos regañaron a mi mamá y a mí simplemente me pareció fantástico. Ahora subo solo para encontrarme conmigo mismo y disfrutar del silencio», expresó.
Más que vendedores, son una familia
Muchos de nosotros nos hemos detenido en la entrada de Altamira, antes de empezar nuestro ascenso hacia la montaña, a comprar agua, alguna bebida energizante, comer, tomarnos una cocada, pero nunca nos instalamos a hablar con los vendedores, quienes por estar siempre allí conocen muy bien el sitio y se enteran de todo lo que pasa en el lugar.
Elizabeth Curvelo, uno de los 17 socios fundadores de la asociación de vendedores que hacen vida desde hace 26 años en la entrada del Ávila por Altamira, nos contó que miles de historias hacen vida en esa hermosa montaña, desde personas desaparecidas y fallecidas, como hasta divertidas anécdotas.
Le comentó a DesdeLaPlaza.com que los vendedores de la zona ayudan a limpiar y conservar la vegetación del Ávila, recogen las hojas secas, los envases de plástico que algunos visitantes inconscientes desechan en la montaña, y en la búsqueda de personas extraviadas.
Curvelo también dijo que los comerciantes prestan ayuda a diversas instituciones de niños de bajos recursos, niños con cáncer, entre otras.
Asimismo habló sobre un proyecto que está elaborando la asociación de vendedores, la cual calificó como una familia, para que la montaña se hidrate por sí sola que pretenden hacerle llegar a los entes gubernamentales pertinentes. «Nos duele mucho cuando el Ávila se nos quema», manifestó.
Una de las curiosidades que relató es que el Ávila cuenta con un helipuerto que muy pocas personas conocen, así como las vigilias que realizan diferentes congregaciones cristianas en la montaña «por la cercanía» que tiene con Dios.
«Yo solo vengo al Ávila por la cocada»
Una de las cosas que no puede faltar al bajar del Ávila es tomarse una dulce cocada, bien sea con canela o leche condensada, y si no la has probado no sabes de lo que te estás perdiendo (en serio, son divinas).
Cocada Express fue fundada el 21 de mayo de 2001 por los esposos Gerardo y Elena Espinoza, quienes se han encargado junto con un grupo de jóvenes de brindarle a los visitantes y avileños frecuentes esta deliciosa bebida hecha con cocos del estado Falcón.
Jessica Duarte es una de las chicas que se encarga de atender al público de 8:30 am a 5:30 pm los fines de semana y feriados.
«Usted puede escoger entre un vaso mediano, grande a Bs. 100, una tina de cocada a Bs. 200 o llevarse una presentación medio litro de agua de coco Bs. 100 y la de litro y medio Bs. 300», comentó.
Los fines de semana Cocada Express le regala cambures a los compradores, quienes además pueden tener una placentera lectura y enterarse de los últimos acontecimientos del país con los periódicos nacionales que se colocan en la parte superior del puesto de cocadas.
«Hay personas a las que todos los fines de semana se les ve la cara. Actrices, cantantes, y los chinos que no pueden faltar, son los que más se llevan cocadas y aguas de coco», dijo entre risas.
Desayunos y tortas light para cuidar la figura
Aunque tomarse una cocada es un rico placer, debes tener en cuenta que esta bebida tiene alrededor de 350 calorías, así que si quieres mantenerte fitness te recomendamos unos deliciosos sandwiches de jamón, queso y atún a Bs. 100, jugos naturales sin azúcar a base de zumo de naranja en Bs. 90 y tortas de zanahoria en Bs. 100.
El puesto de desayunos, el cual es un negocio familiar que ya cuenta con 20 años en la entrada hacia la montaña, está abierto todos los días: los fines de semana de 7:00 am a 7:30 pm y de lunes a viernes desde las 4:00 pm hasta las 7:30 pm, detalló Yaiskel Lozada, de 19 años, hija de uno de los socios del establecimiento comercial y vendedora.
Carpa de la Cruz Roja
Los ciudadanos que visiten el Ávila cuentan con una atención de la Cruz Roja los días domingo de 8:00 am a 12:00 pm, en donde se prestan servicios rutinarios, medición de la presión arterial y pulsaciones; y ayuda a las personas que sufran algún accidente en la montaña.
En conclusión, subir al Ávila cualquier día de la semana es una buena opción, no solo porque es un estupendo lugar para hacer ejercicios, sino que también te ayuda a reencontrarte contigo mismo y con la naturaleza. Ir solo, en familia o con amigos es un excelente y económico plan que debes incluir en tu lista de actividades alguna vez.
DesdeLaPlaza.com/Andrea M. Ballesteros/Fotos: Daniel Tineo