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Así se repartirán los 3700 millones de la duquesa de Alba

María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, conocida como la duquesa de Alba quien falleció este jueves, dejó en claro qué se debe hacer con su herencia

 

Tres meses antes de su matrimonio con el ex funcionario Alfonso Díez, el 5 de octubre de 2011, Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII duquesa de Alba, firmó ante notario en Madrid el reparto del grueso de su herencia, valorada en unos 3.000 millones de euros (unos 3.700 millones de dólares), entre sus seis hijos.

Alfonso Díez, de 64 años y que inició la relación con la duquesa en 2008, firmó en febrero de 2011 sus capitulaciones matrimoniales, un total de quince cláusulas por las que renunciaba a «cualquier título, derecho u honores que le pudiera corresponder fruto de su matrimonio».

La parte principal del patrimonio lo dirige la Fundación Casa de Alba, creada en 1975 y a la que pertenecen los palacios de Liria (Madrid), Las Dueñas (Sevilla) y Monterrey (Salamanca); el castillo de Alba de Tormes (Salamanca); los cuatro castillos en Galicia (Castro Caldelas, Moeche, Andrade y Narahío) y el panteón familiar en el monasterio de la Inmaculada de Loeches (Madrid), entre otros bienes.

En cuanto al patrimonio personal de la duquesa, que ascendería a unos 1.000 millones de euros (unos 1.200 millones de dólares), se divide en tres partes iguales: la legítima, la de mejora y la de libre disposición.

Cada hijo heredaría unos 55,5 millones de euros (casi 70 millones de dólares) de la legítima y otros tantos de la parte de mejora. Pero la parte de libre disposición, la duquesa podría repartirla libremente, legándola a asociaciones benéficas o a su viudo, 24 años menor que ella.

Según el acuerdo alcanzado ante notario, la Fundación Casa de Alba pasa al primogénito y heredero, Carlos Fitz-James Stuart, que tendrá la responsabilidad de preservar el legado histórico.

Será él quien herede la mayoría del medio centenar de títulos nobiliarios de la casa, entre ellos, el de duque de Alba, de Berwick, de Liria y Jérica, y también recibirá fincas rústicas, como El Carpio, uno de los mayores latifundios de Córdoba.

Al primogénito de Carlos, Fernando Fitz-James Stuart y Solís, nieto mayor de la duquesa y heredero del ducado, le correspondió el palacio de las Dueñas, de Sevilla, de acuerdo con la tradición de que este emblemático palacio recaiga siempre en el futuro duque de Alba.

Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart (22 octubre de 1950), duque de Aliaga, es el encargado, junto con su hermano mayor, de las finanzas de la Casa de Alba, y recibió varias parcelas rústicas y la finca del antiguo castillo de El Tejado en Calzada de Don Diego (Salamanca).

Jacobo Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo (15 julio 1954), conde de Siruela, recibió varias fincas rústicas.

Fernando Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart (11 julio 1959), marqués de San Vicente del Barco, heredó la mansión de Las Cañas en Marbella y propiedades agrícolas.

Cayetano Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart (4 abril 1963), conde de Salvatierra, se queda con el palacio de
Arbaizenea en San Sebastián y el cortijo Las Arroyuelas, un gran latifundio en Sevilla.

Eugenia Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart (26 noviembre 1968), duquesa de Montoro, recibió la mansión de Ibiza donde veranea la duquesa de Alba, Sa Aufabaguera, además del cortijo de La Pizana, la finca de Gerena (Sevilla), que le regaló por su boda.

DesdeLaPlaza/UN/MB

 

 

 

 

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