Un día como hoy, en 1865, murió a los 59 años de edad, Fermín Toro, reconocido político, diplomático, educador y escritor venezolano.
Nació en El Valle, Caracas, el 14 de julio de 1806. Desde muy joven se dedica a los estudios, y a leer todo tipo de libros, especialmente literatura, filosofía, economía y lengua, lo que lo coloca en una posición envidiable entre las personas de su época.
Toro presidió la comisión encargada de preparar en Caracas las honras fúnebres al Libertador Simón Bolívar, con motivo del traslado de sus restos desde Colombia a su país natal en 1842.
En 1831, fue elegido diputado por la Isla de Margarita al Primer Congreso Constitucional de Venezuela, este sería el comienzo de su carrera pública, renunció a esta representación tras los sucesos del 24 de enero de 1848.
Años después ejerce el cargo de Secretario de la Legación de Londres, donde madura y amplía su cultura.
En 1846, fue ratificado como Ministro Plenipotenciario para efectuar en Madrid un canje de ratificaciones relacionadas con el acuerdo de paz del 30 de marzo de 1845, entre España y Venezuela.
En 1858 vuelve a Venezuela y dirige el movimiento “Revolución de marzo” junto con Manuel Felipe Tovar y Julián Castro, hecho que ocasiona la caída del gobierno de José Tadeo Monagas.
También presidió la llamada convención de Valencia, donde sobresale la palabra orientadora de su encendida oratoria, inspirada en lo más profundo de sus convicciones patriótico-nacional.
Ese mismo año, Toro decidió retirarse de toda actividad política. Se residenció en los Valles de Aragua y se dedicó a labores agrícolas y ganaderas, así como a profundizar sus conocimientos de botánica y lenguas indígenas.
La producción ensayística de Fermín Toro es la más extensa y mejor de su obra literaria, e indudablemente es la que tiene mayor vigencia en la actualidad de Venezuela y América.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/LDJ