En la entrega anterior, mencionábamos lo divertido que es casarse en el país europeo de Rusia, las diversas actividades que se realizan en el transcurso de la boda, y que estas celebraciones pueden durar hasta dos días.
Pues bien, después del paseo por la ciudad, acompañados por los amigos, fotógrafo y camarógrafo, una vez contraídas las nupcias por el civil, y haber obtenido el certificado de matrimonio, algunas parejas eligen casarse también por la Iglesia, otras prefieren comprobar la autenticad de sus sentimientos y primero vivir juntos algún tiempo.
Boda por la Iglesia
En ruso, la ceremonia de casamiento religioso se denomina ‘venchaniye’. La palabra proviene del nombre de las coronas que los testigos ponen sobre las cabezas de la pareja que quiere unir sus almas con la bendición de Dios.
Los cristianos ortodoxos pueden contraer matrimonio por la Iglesia no solamente con personas de su misma confesión, sino también con otros creyentes cristianos como los católicos y protestantes.
Hay que decir que la ceremonia del matrimonio canónico no puede celebrarse cualquier día del año, existen semanas y días especiales para realizar este rito.
Tradición supersticiosa
Rusia por ser un país bastante supersticioso, existen las creencias relacionadas con diferentes épocas del año que son o no favorables para casarse.
Dicen que el mes de mayo no es aconsejable para contraer matrimonio. “Casarse en mayo, toda la vida un fastidio”, Sin embargo, los meses de otoño se consideran buenas fechas para casarse. Ahora está muy de moda casarse en fechas como 09.09.09 ó 10.10.10, días en el que hay un “boom de bodas”.
Ahora al banquete
Luego de la ceremonia civil y religiosa, los recién casados llegan al lugar de la celebración (normalmente es un restaurante), donde los esperan una parte de los invitados (los que no fueron al paseo) para echarles dulces, monedas y arroz para que los novios tengan una vida dulce, rica y fructífera.
Según una tradición rusa muy antigua, los padres reciben a los recién casados con una hogaza de pan y sal. Se cree que el que dé el mordisco más grande al pan será el señor de la casa.
En el banquete todos los invitados comen y beben. Sin que lo esperen los recién casados, cualquier persona puede gritar “¡Gorko!” y los enamorados tienen que levantarse y besarse. La palabra “gorko” en ruso significa “agrio” y se considera que cuanto más lo griten, más dulce será la vida de la nueva familia.
En los últimos años, tanto en las bodas rusas como en algunas europeas y latinoamericanas, la novia lanza su ramo de flores a las invitadas, y se cree que la chica que lo agarre será la siguiente en casarse. Al igual que el ramo de flores de la novia, el novio lanza el ligero de la novia para saber quién será el siguiente afortunado en probar las mieles del matrimonio.
Otra tradición muy interesante que viene de las regiones del Cáucaso, es que durante la boda algún invitado secuestra a la novia, así que el novio tiene que estar siempre pendiente durante toda la fiesta y vigilar a su mujer.
Si el novio se despista y finalmente alguien consigue llevarse a su “media naranja”, este tiene que pagar un rescate, que puede ser en dinero, o también beber vodka del zapato de la novia.
Sigue la Rumba
Al día siguiente de la boda todos los invitados se reúnen otra vez, comen y beben para “recuperarse” del día anterior e intercambiar opiniones. Normalmente la fiesta finaliza después del mediodía, donde a continuación, los novios emprenden el viaje de boda.
¡Esto si que es tremenda rumba! ahora si, a descansar de esta gran fiesta.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/Rubén Scorche