El tenis tuvo su final su soñada y el viejo rey recuperó su corona. Roger Federer se quedó con un épico partido ante Rafael Nadal y conquistó por quinta vez en su carrera el Abierto de Australia. Fue 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3 para el suizo, en 3 horas y 37 minutos, alcanzando así su Grand Slam número 18, récord para un hombre en la historia del deporte.
Federer comenzó mejor en la final soñada por los amantes del tenis. El suizo demostró que los dos días de descanso que tuvo entre las semis y este domingo no estuvieron de más y pudo demostrar su mejor juego para tomar ventaja en el primer set por 6-4.
Pero con dos de los mejores jugadores del mundo en cancha, todo puede revertirse entre un set y otro. Nadal quiso confirmarlo. El español tomó una rápida ventaja en el tercero, se fue 4-0 arriba tras quebrar dos veces el saque de Roger y aunque su rival logró recuperar uno de esos servicios, Rafa terminaría ganando el parcial por 6-3. Las cosas estaban igualadas.
Hasta allí, un set por lado en el juego y en el resultado. El tercero se convertiría en clave. Y allí reapareció el suizo que viene de seis meses de inactividad por una lesión. Federer supo superar las lagunas del segundo parcial y encontró la manera de lastimar a un rival que sabe cómo jugarle: el historial está 23-11 a favor del español.
Ese tercer set sería para Roger, por un cómodo 6-1. FedEx, a un paso de sumar otro Grand Slam a su cuenta.
Pero nunca hay que dar por derrotado a Nadal. Lo saben Roger y el mundo entero. El de Mallorca quebró el saque de su rival en el tercer game y luego pudo controlar la diferencia para quedarse con el parcial por 6-3. Rafa logró aprovechar una merma en el saque el suizo y lo sentenció a definir todo en un quinto parcial.
Ese quinto set fue una historia aparte. Nadal comenzó quebrando el saque de Federer. El suizo quiso responder y contó con tres chances para recuperarse, aunque no pudo hacerlo. En el siguiente turno de servicio del español, otra chance para Roger, otra frustración. Pero en el siguiente, sexto juego del partido, sí lograría romper el saque para empatar el partido: 3-3 hasta ahí.
Aprovechando su momento en el set, Federer ganó el séptimo game en cero, sin errores y quebró nuevamente en el siguiente juego, luego de que Rafa levantara cinco chances de break points en contra. En el noveno se terminó la historia: Roger se llevó un partidazo que tuvo todos los condimentos y así alcanzó su Grand Slam número 18. Historia pura la del suizo.
DesdeLaPlaza.com/El Clarín/KR