«Cumplimos cabalmente en escena ante el gran público. Así recreamos bajo los astros y acudimos a una cita en los vientos». Tal como lo dice esta frase de uno de sus poemas, Ramón Palomares decidió ir a una cita con el viento a sus 80 años de edad.
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El ministro para la cultura, Freddy Ñañez, informó el fallecimiento del poeta a través de su cuenta en la red social Twitter.
Lectura inmortal
Ramón Palomares, pluma fina de la poesía latinoamericana. Nació en Escuque, estado Trujillo. Fue un hombre humilde y un poeta excepcional. Perteneció a los grupos El techo de la ballena y Sardio.
Desafió las formas clásicas de literatura. Sus construcciones poéticas estaban llenas de paisajes andinos y familiares. El trabajo del campesino servía de inspiración a sus obras. Los cuentos de héroes e historias surgieron de sus viajes al estado Bolívar.
Su obra literaria fue reconocida con importantes premios: Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal, Mención Poesía (1965) con Paisano; Premio Nacional de Literatura, Mención Poesía (1974) con Adiós Escuque; Premio Municipal de Literatura del Concejo Municipal del Distrito Libertador del Estado Mérida (1992) por su obra completa; y le fue otorgado el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Los Andes (2001).
Letras para la posteridad:
He quebrado el sol
Soy una baraja que brilla
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La luna me mira triste
Pero a ella no recurro
Dicen que muere de celos
Si halago de más al astro
Este como es ostentoso
De tanto brillo me abruma
Al ver que me desentiendo
Se hace el dormido y se acuesta
Y ella aprovecha otra vez
Y se asoma sin recelos
Es vanidosa y se crece
Yo aprovecho y le cuento
¡ay! como la canción aquella
Si ella lo llegara a ver
Por favor, dígale que vuelva
«Entonces alguien da la alarma y todos, irremediablemente perdidos, caemos como extraños astros en el abismo» .
«Me entré en la negrura y me fui (…) Yo soy el que toca la noche, Ya te dije que me vuelvo árbol entre relámpago».
«Entra como si fuera un hombre a caballo y pasa por el zaguán sacudiéndose la tormenta» .
«Ocho brazos tenía cada enemigo Un dios en cada mano Y aunque el cielo y la muerte estaban de su parte Fuimos a Combatir».
«Al oeste irás y allí colocarás tu estandarte. Sobre una loma dorada pondrás tu corazón«.
Todo lo firma el grande, el poeta de latinoamérica, Ramón Palomares. Vuela alto maestro.
DesdeLaPlaza.com/ACR