Algunas personas consideran que cortarle la cola u orejas a sus perros los hacen ver mejor o le brindan mayor higiene y protección a sus animales, pero están muy equivocados.
Al cortarle la cola o las orejas a tu perro les dificulta la interacción social, sin olvidar lo doloroso que puede ser y las consecuencias. Paola Melly, médico veterinario y especialista en animales menores explica que, «desde el punto de vista veterinario, la apariencia a gusto del dueño no justifica el sufrimiento a varios niveles al que se somete al animal».
Es importante resaltar lo doloroso que es para esos maravillosos animalitos, pero además debes saber lo siguiente:
1. No es un corte, es una amputación.
Al cortarle las uñas o el pelo no resulta algo traumático, pues forma parte de la rutina y la limpieza del animal, pero al amputarle la cola (caudectomía) y las orejas, te llevas cartílagos, nervios, vasos sanguíneos y otros tejidos a parte de la piel.
2. Forma parte de la columna vertebral del perro.
La cola está compuesta por vertebras llamadas caudales acompañadas de otros tejidos; convirtiéndose en una parte importante en el equilibrio del perro. Para correr, dar vueltas o realizar algunos movimientos es necesaria la cola. Es como su timón.
3. Elementos de interacción.
Tanto la cola como las orejas son elementos de suma importancia para la comunicación e interacción del perro, pues ésta a parte de los ladridos, gruñidos y gemidos, el perro necesita manifestarse a través del físico y los olores. Los movimientos de la cola y las orejas son parte elemental del rabo que emiten información para la sociabilización.
4. No existen fines médicos.
Si la salud de la mascota depende de estas cirugías es otro asunto, pero si es por una cuestión de estética, la medicina no juega ningún papel aquí, pues las amputaciones están prohibidas en muchos países.
5. Produce mucho dolor y trauma al animal.
A pesar de que la amputación de la cola se debería realizar en los primeros cinco días de su nacimiento por los nervios y el tejido, el dolor no está ausente. Los veterinarios que lo practican aplican una anestesia local, pero los criadores no la usan y someten a la cría a un dolor y trauma totalmente innecesario. La amputación de las orejas los hace sangrar demasiado.
6. Cuidado con las malas operaciones y postoperatorios.
Al ser heridas abiertas las infecciones son muy posibles. En el caso de la cola, una infección puede alcanzar el hueso y afectar la columna. En los peores casos, puede sufrir de septicemia (infección generalizada) y morir.
7. Toda operación trae consecuencias.
Las operaciones poco necesarias en los animales traen graves consecuencias. Aquellos dueños que deciden cortarles las cuerdas vocales a sus perros porque ladran mucho, pueden dejarlos mudos. O en el caso de los gatos, a quienes suelen amputarles las garras. Cuando se corta la primera falange, donde crece la uña, se aumenta la posibilidad de que el gato tenga infecciones y puede deformarle las patitas.
Desde La Plaza/ El Universal/ KH