El Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, fue promulgado en el año 1994 durante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) gracias a la iniciativa del ambientalista venezolano Erik Quiroga, a propósito de que un agujero negro que se formaba en la capa de ozono era cada vez más grande y atentaba contra la vida en la Tierra.
Esa realidad propició el diseño del Protocolo de Montreal, un tratado internacional que busca reducir el consumo de las sustancias que agotan el ozono.
Luego de esta promulgación, se invitó a todos los países del mundo a dedicar ese día a la promoción de actividades relacionadas con los objetivos del Protocolo y sus enmiendas. La capa de ozono, que es una barrera frágil de gas, protege a la Tierra de la parte nociva de los rayos solares, y por consiguiente, ayuda a preservar la vida en el planeta.
Científicos han comprobado que la eliminación de los usos controlados de sustancias que agotan el ozono y las reducciones conexas ha ayudado a proteger la capa de ozono, y a su vez ha contribuido enormemente a las iniciativas mundiales dirigidas a hacer frente al cambio climático, el cual según algunos expertos también se ve influenciado por el agujero negro que se encuentra en el Polo Sur.
Con la eliminación de estas sustancias se ha logrado la protección de la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta dañina que llega a la tierra.
El lema de este año es: Ozono para la vida. En 2020 se celebran los 35 años de la Convención de Viena y de la protección de la capa de ozono a nivel mundial. Con la pandemia de COVID-19 siempre en mente, se pone de manifiesto una vez más que hay que trabajar para proteger el planeta si queremos evitar desequilibrios que generen problemas a nivel mundial.
DesdeLaPlaza.com/ONU-AVN/COM