Uno de los espacios públicos que nos dejó la década de los 50, cuando Venezuela aún no incursionaba en la era democrática, fue la Plaza Andrés Bello.
Construida por órdenes del entonces Presidente de la República, Marcos Pérez Jiménez, en el año de 1956, en honor al ilustre maestro del Libertador Simón Bolívar, escritor y educador venezolano Andrés Bello.
Ubicada en una de las principales avenidas de la ciudad capital que también lleva su nombre, en la parroquia el recreo, limita con la urbanización Simón Rodríguez, Pinto salinas y Pedro Camejo.
Esta plaza se diseñó con piso de mármol italiano, una estatua, obra de Ernesto Maragall y dos fuentes en forma de círculo.
Con el pasar de los años, la plaza empezó a mostrar signos de deterioro, desidia y descuido, tanto que a finales de la década de 1960 ya las fuentes no funcionaban.
A finales de los años 90 todavía permanecían dañadas las fuentes, la plaza carecía de alumbrado y además existían problemas de inseguridad.
Pero no fue sino hasta el año 2002 que la Alcaldía de Caracas, para entonces bajo la administración de Freddy Bernal emprendió la reestructuración de la plaza, cuyo proceso culminó hasta finales del año 2008.
Entre los trabajos de reestructuración y remodelación que se ejecutaron en este espacio público, está la sustitución de las antiguas bombas para colocar seis nuevas, el mejoramiento del sistema eléctrico, así como la restitución de elementos de las fuentes que tenían más de tres décadas sin funcionamiento.
Se realizó reparación del mosaico y del sistema de riego, fue colocado un tablero eléctrico para controlar la fuente, y se instalaron 83 lámparas de colores y ocho tuberías nuevas en el cuarto de bombas. Su diseño está compuesto por varias plataformas, caminerías y escalinatas, que también fueron reconstruidas. Además se le realizará un mantenimiento permanente.
La plaza también sufrió una ampliación y remodelación de las aéreas verdes, y se le colocaron parques infantiles y máquinas de hacer ejercicios.
Fotos: José Figueras
DesdeLaPalza.com/Agencias/Rubén Scorche