Nicholas Winton, conocido como el Schindler británico por salvar las vidas de cientos de niños checos de la persecución nazi antes de la Segunda Guerra Mundial, ha muerto este miércoles a la edad de 106 años, según ha informado el Rotary Club de Maidenhead, en el sur de Inglaterra.
Winton consiguió enviar a 669 niños, la mayoría judíos, a Reino Unido a través de Alemania en 1939, pero el último tren, con 250 niños a bordo, nunca salió de Praga debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Nadie volvió a verlos.
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Su hazaña se ha comparado a menudo con la de Oskar Schindler, el industrial alemán que salvó la vida de 1.200 judíos durante el Holocausto, e inspiró la famosa película de Steven Spielberg ‘La lista de Schindler‘.
Sin embargo, las acciones de Winton han permanecido en secreto durante años. Solo se conocieron cuando su mujer, Greta, a la que tampoco había contado nada, encontró en 1988 un diario en el que su marido detallaba lo ocurrido.
Desde entonces ha obtenido numerosos reconocimientos: ha sido elogiado por los gobiernos de Reino Unido y República Checa e incluso se ha nombrado en su honor un pequeño planeta descubierto por astrónomos checos.
«Hay una diferencia entre la bondad pasiva y la bondad activa, lo que es, en mi opinión, la entrega del tiempo y energía de uno en aliviar el sufrimiento y el dolor. Supone salir, buscar y ayudar a aquellos que sufren y están en peligro, y no simplemente seguir una vida ejemplar, de forma puramente pasiva sin hacer el mal», escribió en 1939.
«El mundo ha perdido hoy a un gran hombre. No debemos olvidar nunca que la humanidad de Sir Nicholas Winton consiguió salvar a muchos niños del Holocausto», ha valorado, por su parte, el primer ministro británico, David Cameron.
DesdeLaPlaza.com/ANT3/AMH