Hijo y hermano de poetas, Leopoldo María Panero, exponente de la poesía transgresora y miembro del grupo de los novísimos, falleció a los 65 años de edad en Las Palmas de Gran Canaria, dejando tras de sí una obra marcada por el desencanto y la locura.
Según confirmó hoy a la agencia de noticias española EFE su editorial, Huerga y Fierro, Panero murió en la noche de este miércoles mientras dormía en el Hospital Rey Juan Carlos I de la capital grancanaria, en cuya unidad psiquiátrica Panero era tratado desde 1997.
Este hospital tenía encomendada la tutela de Panero al no tener familiares directos.
Nacido en Madrid, el 16 de junio de 1948, e hijo de Leopoldo Panero, una de las mejores voces líricas de la postguerra española, y la escritora y actriz Felicidad Blanc, era hermano del también poeta Juan Luis Panero y de “Michi” Panero.
“Amigo Leopoldo María Panero, siempre has sido un extraordinario poeta, fiel y amigo de tus amigos. Allí donde estés que sepas que te echaremos de menos”, indica el comentario que la editorial colgó hoy en Facebook, que finaliza con un “Te queremos. Descansa en paz”.
Escritor desde su más tierna infancia, estudió Filosofía y Letras, que abandonó en segundo curso en protesta contra el “conocimiento formal” y “sin conexión”, y desde que cumplió los 19 años vivió en varias etapas recluido en hospitales psiquiátricos.
Gran parte de su obra es autobiográfica. No sólo escribió poesía sino también narrativa y ensayo. Su vida se llevó al cine de la mano del cineasta español Jaime Chávarri quien lo retrató en 1976 en su documental El desencanto.
Por el camino de Swan (1968), Así se fundó Carnaby Street (1970) y Teoría (1973) es uno de los corpus poéticos más coherentes de la vanguardia. Todas ejecutan la desarticulación técnica violenta del discurso poético tradicional, desde el automatismo surrealista y el irracionalismo, contra la unidad del discurso, la claridad, el predominio del caos frente al orden.
Desde La Plaza/ Agencias/ AG