Seguimos sorprendiéndonos con los lugares más extraños e insólitos de nuestro mundo, sitios que nunca nos imaginaríamos que existen. En esta ocasión hablaremos de la isla Miyakejima.
Podemos encontrar ciudades con algunas leyes para sus ciudadanos u ordenanzas para regular la convivencia de sus habitantes, pero es insólito imaginarnos una ciudad donde una de tus limitaciones sea respirar con normalidad.
Pues sí, esta ciudad existe, y es la isla Miyakejima perteneciente al conjunto de islas del archipiélago Izu, que son un grupo de islas volcánicas, ubicadas al sureste de Honshu, en Japón.
El alto nivel de actividad volcánica, ha ocasionado que el gas venenoso se escape de la tierra, obligando a los 3.600 residentes a evacuarla en el año 1953. Posteriormente, se dio una segunda evacuación en el año 2000, cuando después de un intervalo de descanso de 17 años se produjeron erupciones volcánicas. Durante el último siglo, los volcanes han entrado en erupción unas seis veces.
Después de esto, siguieron 17.500 sismos entre junio 26 y julio 21 de 2000, provocando que los habitantes la autoproclamaron ‘la ciudad del gas’.
Miyakejima fue declarada no habitable durante cinco años, con un paisaje árido que se asemeja a un mundo post-apocalíptico, con los árboles muertos, los carros oxidados, animales deformes y edificios abandonados.
Después de dos años de la erupción, el monte Oyama continuaba emitiendo 10.000 a 20.000 toneladas de dióxido sulfúrico al día. Sin embargo, poco a poco la orden de evacuación se comenzó a levantar, y en 2005 a los ciudadanos se les permitió regresar a sus hogares.
Los residentes retomaron sus rutinas normales a pesar de que requieren llevar consigo máscaras de gas a toda hora. Hoy en día la isla destaca por tres actividades económicas: la agricultura, la ganadería y el turismo.
Debido a la amenaza constante de una emanación de azufre, se le pide a todos los visitantes o turistas adquirir una máscara de gas tras su llegada y llevarla a todos lados. En caso de estar lejos de donde se pueda escuchar la alarma, se aconseja ponerse la máscara en todo momento.
Dato curioso
Las autoridades responsable de la administración de la isla, ofrecen enormes incentivos económicos a quienes estén dispuestos a instalarse en la isla y permitir que los científicos analicen los efectos que tiene en ellos el azufre.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/Rubén Scorche